Angelita, como le llamábamos los colonos y amigos de la Colonia Salvadorita, se fue a hacer un recorrido al lado de Dios. Ella se encuentra muy feliz, no así sus hij@s, familiares y amigos donde ha dejado un vacío difícil de llenar. Paz a sus restos.
Cuando recibí la noticia por un momento pensé en Cela Castaño, otra de mis vecinas y fina amiga que también está delicadita. Pido disculpas por este lamentable error, pero son muchísimos los años que estuve desconectada de los residentes de mis queridas Colonias.
Hace poco sufrimos otra gran pérdida, esta vez de la Maestro Gabriel, mi entrañable amiga Ana Lucas a quien fui a visitar a New York en compañía de mi esposo. Dios me permitió la oportunidad de salir a pasear con ella. El golpe fue muy duro. Éramos uña y mugre desde siempre, pero ahora está muy contenta vigilándonos y viendo los toros de largo. La extraño, quiero y pienso en ella todo el tiempo manteniendo comunicación con sus hij@s que son como los míos.
Tod@s sentimos el sensible fallecimiento de Angela Bravo y Ana Lucas, pero amig@s, ellas se encuentran mejor que nosotr@s, sólo se nos adelantaron para abrirnos el camino.
Que Dios las tenga en su gloria.
Un beso querid@s paisanos y amig@s y gracias mil por mantenernos informad@s.
Francés Alsacia.
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