miércoles, junio 27, 2007

AGRESIVIDAD Y ANSIEDAD



Psicología


Desde hace ya más de 4 años Investigan cómo controlar la agresividad y la ansiedad

Desde el año 1999, un equipo de investigadores británicos estima que la agresividad sin control podría llegar a dominarse con medicamentos que actúen sobre los neurotransmisores. Para ese mismo año, la revista científica The Neuroscientist reveló los resultados de un experimento realizado por un equipo conducido por la doctora Thelma Lovick, de la Universidad de Birmingham.

Ese estudió permitió a Lovick afirmar que tres neurotransmisores actúan naturalmente sobre el cerebro humano para limitar los impulsos agresivos. Estas tres sustancias liberadas por los terminales neuronales que aseguran químicamente la transmisión del flujo nervioso son el 5-HT, el óxido nítrico, y el GABA, un neurotransmisor inhibitorio del cerebro.

Los experimentos que se han realizado en los laboratorios han demostrado que las inyecciones de una mínima cantidad de 5-HT en el cerebro de los ratones reducen su agresividad. Al mismo tiempo, las investigaciones hechas con los ratones a los que les falta el gen que produce la enzima responsable de la producción de óxido nítrico han revelado que éstos se volvían más violentos.

"Si supiéramos cómo se controla naturalmente la agresión, podríamos ayudar a largo plazo a los genes que no pueden controlarla dándoles lo que les falta" en su estructura, reflexionó Lovick. Y agregó:

"Subestimamos los peligros de las causas orgánicas de los comportamientos agresivos antisociales".

Las conclusiones del equipo de la Universidad de Birmingham no fueron bien recibidas dentro de la comunidad psiquiátrica. "La idea de que podamos tratar la violencia con un medicamento es ridícula. No es un fenómeno biológico como el cáncer", dijo el profesor Simon Wessely, del Kings College Hospital de Londres.
En Suiza, mientras tanto, otro equipo de científicos, conducidos por Florence Crestani y Hanns Mohler -del Instituto de Farmacología de la Universidad de Zurich-, analizó el comportamiento de ratones mutantes, particularmente ansiosos, y llegaron a la conclusión de que estos roedores podrían contribuir al estudio más profundo de la ansiedad humana. Sus resultados serán publicados en el número de setiembre de la revista Nature Neuroscience.

Según los especialistas, alrededor del 25 por ciento de la población padece trastornos ansiosos (fobias, pánico, sindrome postraumático) en algún momento de su existencia. Estos desórdenes, distintos de los miedos comunes, pueden perturbar seriamente la vida cotidiana. Una respuesta defectuosa de los receptores GABA del cerebro, cuya acción normal tiene un efecto inhibidor, podría ser la causa de estos trastornos.

Los ratones estudiados- que tenían esa "respuesta defectuosa"- mostraron una gran ansiedad. Pero pequeñas dosis de medicamentos que aumentan la capacidad de respuesta de los receptores GABA, eliminaron tanta ansiedad, y los ratones actuaron como sus congéneres normales.

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