martes, junio 26, 2007

EL BURRO Y EL RATÓN...





Una tarde, el burro y su amigo el ratón, caminaban por la selva
sosteniendo una animada charla. Estaban tan distraídos que el
burro no vio las arenas movedizas y cayó en ellas. Comenzó a
dar alaridos:

¡Amigo ratón, ayúdame! ¡Ayúdame, por favor! El ratoncito se
desesperó, no sabía que hacer... De pronto una magnífica idea
llegó a su cabeza.
Espérame un instante, amigo burro, ya regreso.
El ratoncito corrió como loco hasta su casa, y sacó
del garaje su Mercedes Benz 500 SL.
Rápidamente regresó junto a las arenas movedizas, se desmontó
del carro y amarró la cola del burro al parachoques del Mercedes
Benz, se subió, puso primera y arrancó con delicadeza.
Después de un par de intentos, logró sacar a su amigo de las
arenas...

Todo fue júbilo y fiesta, el burro reconoció que no existía
alguien mejor y más ingenioso, que su amigo el ratón: ¡Amigo ratón, tú eres lo mejor del mundo! Le dijo abrazándolo.

Poco tiempo después caminando de nuevo por la selva en animada
charla, fue el ratón quien cayó en las arenas movedizas.
Los alaridos se escucharon por toda la jungla: ¡Ayúdame amigo burro!

¡Ayúdame!
El burro se alborotó, no sabía qué hacer, pensaba y pensaba y
Nada se le ocurría...
¡Ayúdame amigo burro! Recuerda que hace un tiempo yo te saqué de
aquí! De golpe una idea brillante se le ocurrió al burro...
Sacó su miembro y lo depositó sobre las arenas.
¡Agárrate amigo ratón, agárrate fuerte de él, y yo te saco! Con
un enorme esfuerzo, el ratoncito logró aferrarse al miembro del
burro, éste retrocedió y logró sacar a su amigo.
Ambos se abrazaron emotivamente y saltaron de júbilo.

MORALEJA:
El que la tiene grande, ¡no necesita un Mercedes!

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