lunes, junio 18, 2007

CASO SINALOA PRUEBA DE FUEGO PARA JUSTICIA NICARAGUENSE.


(REPRODUCCIÓN LA PRENSA/L. VALVERDE)

El próximo miércoles el Ministerio Público tratará de demostrar que 23 acusados, entre nacionales y extranjeros, integraban una célula narco asentada en el país. A la agrupación se le responsabiliza de preparar condiciones para apoyo logístico al tráfico internacional, para lo cual contaba con propiedades, vehículos acondicionados para el trasiego y hasta habían construido una pista de aterrizaje. La Policía considera que ha facilitado a la Fiscalía los elementos de prueba

Elízabeth Romero

nacionales@laprensa.com.ni
Centroamérica es puente de la droga

En el informe Crimen y Desarrollo en Centroamérica, realizado por la Oficina contra la Droga y el Delito de las Naciones Unidas, se señala que el tráfico de drogas proveniente de América del Sur produce anualmente un estimado de 900 toneladas de cocaína.

En 2003 representó alrededor de 60,000 millones de dólares en los Estados Unidos. Para el trasiego de una buena cantidad de esa droga se utiliza a Centroamérica como puente.

El informe revela que el valor que alcanza ese flujo de drogas compite con el de las economías legítimas de las naciones que atraviesa. Aunque muy poca de la cocaína incautada es consumida a nivel local; las instituciones locales invierten muchos recursos en la interceptación de drogas producidas en otros países y destinadas a otras partes del mundo. “De hecho, Centroamérica tiene que sufrir por los problemas de sus vecinos del Norte y Sur”, revela la oficina contra la Droga y el Delito de la ONU.

Durante el período en que los cárteles colombianos controlaban el mercado, la mayor parte de la cocaína que se introduce en los Estados Unidos pasaba por el Caribe. Actualmente la mayoría del tráfico es marítimo, llega a las costas de Centroamérica, ya que los principales distribuidores actuales son cárteles mexicanos.

Refiere el informe que la llave para las operaciones de tráfico de drogas es el lavado de dinero. Centroamérica recibe remitentes masivos y la moneda de los Estados Unidos generalmente ingresa por contrabando, a través de México.

Entre los temidos

La secretaria general del Ministerio Público, doctora Delia Rosales, recordó que el cártel de Sinaloa es considerado como una de las organizaciones traficantes de droga “más peligrosa” en la región de Centroamérica, México y Estados Unidos. Ocho de los 23 acusados son oriundos de México y algunos lideraban el grupo.

Eran cerca de las 2:00 p.m. del 19 de marzo del presente año. Carlos Cisnado Pasos se presentó a la finca La Ceiba, ubicada en el kilómetro 67, Carretera Panamericana, en la comunidad San Agustín, entre El Madroño y Las Playitas, jurisdicción de Darío y Tipitapa, para comprarla a Uriel Ignacio Morales Úbeda.

El precio estipulado por la propiedad fue 150 mil dólares. Pero lo entregado en efectivo fue ciento trece mil dólares, lo que le permitió tomar posesión de la finca.

Cisnado estaba acompañado de Pedro Pablo Olivas, a quien dejó como administrador de la finca en ese mismo momento, según parte de las investigaciones que la Policía remitió al Ministerio Público.

Dos días después Olivas puso manos a la obra y llevó a la finca para ello un patrol color amarillo, marca Baukema, serie número 6WG-180, con número de fabricación 8717.

Según la información que la Policía remitió días después a la Fiscalía, junto a Olivas llegaron los mexicanos José Juvenal Mendoza González, Arturo Ramón Gaspar Rubio, Emiliano Rodas Pérez, conocido como José Rodríguez Guzmán y/o José Luis Monjarrez, Luis Ángel Vale Serrano y Juan Rosales Castañeda. Éstos mantenían como lugar de operaciones una bodega ubicada frente a la gallera, de Tipitapa, en el kilómetro 21 y medio.

En ese lugar almacenaron desde lámparas hasta recipientes y además cuatro vehículos entre los cuales destaca una cisterna cargada de combustible para aeronaves. La red empezó a asentarse en el lugar. Posteriormente agregaron a otros nacionales con antecedentes con esos nexos.

Con la maquinaria empezaron a quitar la maleza para preparar la construcción de una pista clandestina con una dimensión de mil 500 metros de largo y 200 de ancho, con capacidad de aterrizaje para un avión de al menos 2 a 2.5 toneladas.

Cuando la Policía sorprendió a los moradores temporales en la propiedad, el pasado 14 de abril, la pista estaba terminada. Desde el 29 de marzo del presente año estaba lista para un posible trasiego de drogas, dijeron en ese momento las autoridades.

En el momento de la operación Fénix, a través de la cual se ejecutó la captura de los sospechosos, el Subdirector de la Policía, comisionado general Carlos Palacios, a cargo de la misma, manifestó que presumen que se trata de una estructura dedicada a garantizar la logística de esa agrupación en su paso por Nicaragua. La misma estaba conformada por mexicanos y nicaragüenses.

Tras desarrollar una gigantesca operación por diferentes partes del país, la Policía encontró escondidos en otras propiedades vehículos pesados que al pasarles la técnica del Ionscan, varios de los mismos dieron como resultado positivo, en algunos de cocaína, otros heroína y anfetaminas.

Con trabajo de inteligencia, efectuado por un grupo de oficiales de la Dirección de Operaciones Especiales Policiales (DOEP), la Policía siguió paso a paso los movimientos del grupo de sospechosos.

El próximo miércoles el Ministerio Público acusará por el delito de financiamiento al narcotráfico en la modalidad del transporte a 23 sospechosos, entre nacionales y extranjeros. Así como por el delito de uso y tenencia de armas de uso exclusivo de la Policía y el Ejército.

La secretaria general del Ministerio Público, doctora Delia Rosales, consideró que este juicio por ser uno de los golpes más grandes que la Policía ha asestado al narcotráfico, representa “una prueba de fuego” para la justicia nicaragüense.

“Es un caso que va a sentar precedente, es decir, un caso muy importante para el Ministerio Público y creo que para todo el sistema de justicia”, declaró la doctora Rosales.

La funcionaria consideró que el Ministerio Público cuenta con los elementos probatorios para llevar al juez al convencimiento de que estas personas deben obtener una sentencia de culpabilidad.

La Fiscalía pretende demostrar el vínculo que existe con el narcotráfico y que los 23 acusados obtengan la pena máxima.

CASO SIN PRECEDENTE

“Y nosotros creemos que sería un paso importantísimo en la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico si se consigue la condena”, dice la Directora de la Policía Nacional, primera comisionada Aminta Granera.

La jefa policial considera que la institución le ha proporcionado a la Fiscalía los elementos necesarios para que estas personas sean declaradas culpables.

“Si hay elementos para el financiamiento del crimen organizado, ustedes vieron cómo tenían la cantidad de camiones, dónde guardaban la droga, las caletas, los medios de comunicación, las armas, ustedes conocen todo lo que se hizo, del trabajo, hay evidencias abundantes, para realmente justificar una condena a estas personas, por participación en el crimen organizado y financiamiento”, sostuvo Granera.

En el artículo 50 sobre delitos y penas de la Ley 285, sobre estupefacientes, psicotrópicos y otras sustancias controladas, establece que cometen el delito de financiamiento “los que financien su cultivo, elaboración, fabricación, transportación o comercialización”.

El mismo artículo agrega que las personas que incurran en ese delito “serán sancionadas con presidio de diez a veinticinco años y multa de cinco millones a diez millones de córdobas”.

El jefe de Relaciones Públicas de la Policía, comisionado mayor Alonso Sevilla, recordó que “fue el desmantelamiento de la base de una célula creada por el cártel de Sinaloa, México, para el financiamiento y el apoyo en todo sentido al tráfico internacional de drogas”.

“De tal manera que al instalarse esta base en nuestro país facilitarían el tráfico de estupefacientes por vía acuática, aérea y terrestre con incidencia mayormente en el Pacífico de Nicaragua”.

En el momento de las investigaciones, las autoridades afirmaron que entre los arrestados aparecen Emiliano Rodas y Carlos Guillermo Arvizura Rodas como los dos cabecillas a cargo de la estructura del cártel de Sinaloa, desmantelada en ese lugar.

En la estructura, según inteligencia policial, como segundo al mando aparece junto al otro mexicano José Juvenal Mendoza, el nicaragüense Carlos Cisnado Pasos. Pero hasta ahora la Policía no ha capturado al señalado de ser el principal cabecilla de la agrupación, identificado como Luis Osegueda López.

HAY VINCULACIÓN CON TRÁFICO DE DROGA

Las inspecciones realizadas con la técnica del Ionscan revelan resultados positivos en nueve de 14 vehículos ocupados a los capturados. Éstos indican que fue trasladada o al menos guardada droga en los mismos.

Los vehículos con resultados positivos de residuos de droga fueron: un camión placas M 075-669, resultó positivo con heroína, y una sustancia conocida como MDEA, anfetaminas, similar al éxtasis. Mientras en la camioneta placas M 029-039 dieron positivo con coca, y un carro blanco, placas M 006-668, positivo con coca y marihuana. En los vehículos placas M 041-955, M 032-864, M 008-309 y M 007-873, y en el cabezal placas 0083, los resultados fueron positivos con cocaína, así como un contenedor placa M 000-782, positivo con coca y anfetaminas.

El vocero policial insistió en que los trabajos realizados en la finca no fueron con intenciones de siembras agrícolas sino para preparar condiciones para el trasiego de droga y utilizar a Nicaragua como puente de la narcoactividad.

“Todos los ciudadanos nicaragüenses fueron testigos, de que ésta era una pista, hay personas ligadas a los cárteles de la droga en la construcción de dicha pista, tenemos pruebas de la técnica de Ionscan donde ha indicado que sí hubo manipulación de estupefacientes”, dijo Sevilla.

FLOTA DE FURGONES

Pero además la Policía menciona como evidencias materiales, que demuestra el financiamiento al narcotráfico, la maquinaria ocupada y las propiedades. Por ejemplo, la flota de furgones que ocupó la Policía en un sitio adquirido por Cisnado, en Diriamba, había sido preparada con caletas, o sea compartimentos ocultos para el trasiego de drogas.

Los vehículos tienen sistema de refrigeración, por lo que se estima transportaban algún tipo de mercadería bajo refrigeración para despistar el traslado ilegal de droga o dinero.

La evidencia del trasiego se encontró en tres de las cuatro rastras, pues estaban previstas con un sistema de caletas de metal (compartimentos para esconder droga o dinero) en el techo. Mientras el piso de un tráiler de madera posee otro trabajo similar debajo de la lámina metálica.

En la rastra placa LE 08255 se identificaron 30 caletas y en dos de sus compartimentos se encontraron dos bolsos negros impermeables y dos visores nocturnos (aparatos infrarrojos que sirven para determinar un punto fijo en la oscuridad).

Los aparatos son de batería y hechos en Rusia. Las autoridades policiales dijeron, en ese momento, que los aparatos se utilizan para realizar operaciones altamente especiales de observación y para francotirador.

CÉLULA RESPONSABLE DE AMENAZAS

Justamente el trabajo policial en contra del narcotráfico ha sido tan intenso en los últimos meses en nuestro país, que presuntamente uno de los cabecillas de esa célula del tráfico internacional ha llegado a verter amenazas en contra de la Directora de la Policía, primera comisionada Aminta Granera.

Aunque oficialmente las autoridades no revelaron mayores detalles de la amenaza, hecha pública en febrero pasado.

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