sábado, junio 23, 2007

EL ESPÍA...


Llega al aeropuerto de Moscú un espía huyendo del Servicio Secreto Ruso (KGB).

Sintiéndose acorralado y próximo a ser atrapado, ve a una monjita que estaba parada en el medio del salón, y desesperado le dice: Hermanita ¿Me permite que me esconda bajo sus hábitos, ya que soy espía y me están por atrapar los de la KGB? La monja accede y 30 minutos más tarde, cuando pasa el peligro, el espía sale de abajo de los hábitos y le dice: Muchas gracias, hermana. ¡Me ha salvado la vida! Y además de agradecerle, tengo que pedirle disculpas, porque no pude resistir la tentación y en un momento le besé la pantorrilla...¿Lo notó usted? Sí, hijo, lo noté. -responde ella. Y además, hermana, tampoco pude resistir la tentación y le besé sus muslos..¿Se dio cuenta? Sí, hijo, me di cuenta... Una pregunta, hermanita ¿qué hubiera sucedido si la besaba más arriba? Y la monja contesta: Me hubieras besado un huevo, porque yo también soy espía!!!!!!

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