domingo, marzo 02, 2008

ARTÍCULO ESCRITO POR ESTEBAN CASAÑAS LOSTAL CON RELACIÓN A LA MUERTE DEL TERRORISTA RAÚL REYES, SEGUNDO DE TIROFIJO.

ASESINAR A UN ASESINO.”””

A Chávez no le deben quedar neuronas vivas, digo, eran tan pocas las que poseía, y las últimas, las sometió a tan extremos sacrificios que, su mente se encuentra bloqueada y no encuentra solución a la escasez de leche en su país. Como es costumbre decir, por donde pase un comunista no queda nada, ni arena en el desierto, que es mucho decir. Todo lo convierten en mierda con su varita mágica, y pregúntennos a nosotros los cubanos, experiencia nos sobra para estar exportando a varios planetas.
En ese desesperado intento de protagonismo tratando de relevar en su puesto a la hiena caribeña, traje que le queda muy largo, porque si algo debemos reconocer, es esa habilidad manipuladora del gran cagón de la mayor de las Antillas. No solo eso, el de las barbas reunía todo el carisma imposible de sumar en los actuales papagayos izquierdistas. No solo carisma se necesita para engañar a tantos millones de seres, hay que ser mañoso, cabrón de la calle, delincuente, mafioso. Ninguna de esas virtudes maléficas posee Hugo Chávez, es bruto, vulgar, imbécil, cretino, estúpido, y lo peor, carece de (moderese) e imán para arrastrar a las masas tras de él. Peor aún, Venezuela no es una isla rodeada de tiburones, no es aquella fatídica trampa del Caribe, la gente puede escapar por otras vías que no sea una balsa.
Contando con todos esos contratiempos y un pueblo no adaptado al régimen totalitario impuesto en Cuba, solo a un cretino de envergadura real, se le ocurriría emprender la segunda parte de una película conocida, y en el peor de los casos, muy mala versión o continuación de la primera. Pero bueno, todo es posible en un continente tan enfermo como el nuestro, habitado por seres que pronto se embriagan con consignas y promesas de sueños. Nadie se encuentra excluido de los efectos de ese virus, todo parece indicar que es así.
Este nuevo animal, cuyo origen ha sido descubierto en las tierras venezolanas, y para colmo de nuestros pesares, pretende elevarse como relevo de un Castro cagón que, ha sumido su tierra en cuna de todo tipo de frustraciones. Pretende, y logra al parecer, engañar a millones de ingenuos con su vulgar y populista verborrea. Digamos, diarreicas manifestaciones que intenta confundir como discursos. Sus últimas neuronas fueron sacrificadas en ese descontrolado intento por descalificar a las FARC como terroristas. Insiste, porque un estúpido de su envergadura no se detiene ante nada, pretende reconocer ante el mundo el reducido espacio ocupado por vulgares asesinos y delincuentes, categoría que no les he dado yo, como un espacio o cabeza de playa que pertenece a un movimiento político beligerante en Colombia. No solo eso, aboga por una cesión de esos territorios a cambio de algunos presos. Lo peor, se suman a su comparsa periodistas, intelectuales, políticos y hasta presidentes. ¿Qué raro, no? Que habilidad existe para convertir a víctimas en victimarios y mezclar el chantaje político en causas humanitarias. ¡Como nos pueden conmover las noticias! El nombre de Ingrid recorre el mundo de igual manera que lo hiciera Angela Davis o Nelson Mandela. ¿Quién carajo se acordó de Mario Chanes de Armas? ¡Nadie! Pero hoy, explotando sentimientos exagerados de solidaridad, debemos acordarnos de la dama colombiana, por supuesto, le deseo la mejor suerte del mundo y su pronta liberación. Pero de ahí a que pretendan mutilar mis criterios en contra de esos asesinos narcoguerrilleros, va un largo trecho. ¿Cómo coño van a imponer sentimientos de héroes por aquellos que secuestran y mantienen encadenados a seres humanos durante años a un árbol? Una interpretación contraria a la de vulgares asesinos puede ser posible en este continente tan enajenado, pero por Dios, no todos hemos perdido la razón.
Hoy, el mundo disfruta la noticia sobre el ajusticiamiento del segundo cabecilla de esos criminales, me refiero a Raúl Reyes. Las reacciones de los gobernantes de Ecuador y Venezuela eran de esperar. Chávez, por su postura de apoyo a esos delincuentes que pasan la droga por territorio venezolano. Y la de Correa no era de sorprender al mundo, triste marioneta que responde a los antojos y caprichos del gobernante venezolano. El pueblo colombiano se encuentra agotado por tantos años de violencia, pero la postura de su actual Presidente, ha sido la más viril respuesta recibida desde la llegada al poder de cualquier mandatario de ese país. Las manipulaciones políticas han minado su gobierno desde que la mona de Chávez se elevara como Presidente “democráticamente” elegido en Venezuela. En la medida que ha pasado el tiempo, el asno venezolano pierde popularidad entre los suyos y, necesita urgentemente un enemigo para exacerbar los sentimientos nacionalistas del pueblo venezolano. Esa película la disfrutamos en Cuba, un pueblo que lleva medio siglo esperando aquella invasión prometida, mientras sus edificios se derrumban sin sonar un solo disparo.
La muerte de ese criminal debiera ser aplaudida por cualquier régimen democráticamente electo, sin embargo, no es así. Es triste consumir las declaraciones de muchos periodistas, incluyendo colombianos, donde se acusa y tratan de convertir en victimarios a su gobierno. Es doloroso, no puedo asegurarlo, los esfuerzos de los familiares de los secuestrados y sus manifestaciones por una claudicación política. Es indignante ver cómo se acusa al gobierno de Colombia y se le solicita ceder ante las demandas abochornantes que se realizan en pos de la liberación de aquellos seres cautivos, que de más está decir, su situación no es responsabilidad del gobierno colombiano. El amor por un ser querido nos hace hincar rodillas, desgraciadamente, los cubanos tenemos buena experiencia en este chantaje político, y por esa razón, ha supervivido tantos años ese régimen de mierda cubano con su exportación de odio y muerte a todo el continente.
El estúpido de Chávez ha movilizado tropas a la frontera con Colombia, ratifica ese acto desesperado en la búsqueda de un enemigo que lave todas sus faltas ante el pueblo de Venezuela. ¡Quiera Dios! El pueblo venezolano no caiga en la trampa y no deba esperar medio siglo, como los cubanos, por la invasión de un supuesto enemigo, mientras techos y paredes se derrumban en todo el país, y se pasen medio siglo esperando se resuelva el problema de la leche para los niños venezolanos.

Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá.
2008-03-02

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