miércoles, febrero 27, 2008

OPINIÒN PÚBLICA DESPEDAZA A ORTEGA


Desplome acelerado de la imagen del mandatario, que cae a un índice negativo de 22 por ciento en un año

Un 50 por ciento dice que maneja muy mal la economía, según encuesta

Xiomara Chamorro
politica@laprensa.com.ni
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El poder de los CPC

Ya son conocidos por el 71 por ciento de la población consultada por Cid Gallup, pero la opinión sobre los Consejos del Poder Ciudadano no es mayoritariamente favorable.

De ese porcentaje que los conoce, un 18 por ciento considera que estas estructuras son un mecanismo de control sandinista sobre la población; un 7 por ciento cree que están preparándose para mantenerse en el poder, y un 11 por ciento los ve iguales a los antiguos CDS.

Del otro lado, hay quienes creen (18 por ciento) que son un medio para ayudar a las personas más necesitadas de las comunidades, percepción a la que se suma un 9 por ciento que considera que estas estructuras son la mejor forma de ayudar a la gente en general, y otro 7 por ciento que los ve como un medio para reflejar mejor las necesidades de los barrios.

Pero al ser consultados sobre el impacto de los CPC, un 48 por ciento cree que esas estructuras no ayudan a nadie (15 por ciento) o solamente a los sandinistas (33 por ciento), frente a un 23 por ciento que los considera un apoyo para toda la población sin distingos.

El 43 por ciento dice que existen CPC en sus comunidades, particularmente en Managua, pero el 44 por ciento señala que no ha tenido contacto con este grupo, junto a un 7 por ciento que le tiene temor, mientras un 27 por ciento dice que los CPC les han ofrecido ayuda, frente a un 12 por ciento que ha ido en busca de ayuda.
Gastos de familia

Los viajes al exterior del presidente Daniel Ortega junto a su familia y numerosos asesores está desaprobado por el 76 por ciento de los ciudadanos, según la Cid Gallup, decisión que cuenta con el minoritario respaldo de un 13 por ciento de los encuestados.

La gestión del presidente Daniel Ortega en los últimos doce meses al frente del Gobierno ha sido hecha trizas por la opinión pública, según la más reciente encuesta de la empresa Cid Gallup, realizada entre el 16 y el 22 de febrero de este año.

Con un índice negativo de 22 por ciento en los resultados de ese estudio, Ortega no solamente se desplomó 12 puntos en relación a la última medición de noviembre del año pasado (cuando ya tenía -10), sino que en un año perdió su cómodo 51 por ciento de apoyo del que disfrutaba a un mes de su regreso al poder en enero del 2007.

Según la encuesta, que tiene un margen de error de más o menos 2.8 por ciento, el presidente Ortega ha llegado a su nivel más bajo, ya que el 43 por ciento de los entrevistados cara a cara en todo el país, considera que el mandatario está haciendo mal o muy mal su trabajo, frente a un 21 por ciento que lo califica de bueno o muy bueno.

OPINIÓN POLARIZADA

“La evaluación del desempeño de Ortega está fuertemente basada en la preferencia de partido político, ya que los sandinistas son más propensos a creer que se está haciendo un buen trabajo, mientras que aquellos que siguen a otros grupos políticos o no tienen partido son más predispuestos a pensar lo contrario”, dice la Cid Gallup.

Esta reflexión de la encuestadora pone en evidencia que Ortega está dependiendo básicamente de un apoyo sandinista que se debilita si se toma en cuenta su 38 por ciento con el que ganó las elecciones, respaldado por las bases de su partido.

Según Cid Gallup, “desde que las encuestas son permitidas en este país”, Ortega es comparativamente el gobernante peor evaluado en relación a los ex presidentes Violeta de Chamorro, Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños.

POR EL RUMBO EQUIVOCADO

La esperanza de que el país vaya en el camino correcto se ha deteriorado y existe un marcado sentimiento de que el país va por un rumbo equivocado, incluso entre seguidores del Frente Sandinista.

“El pueblo se encuentra pesimista con respecto al país como un todo, y lo refleja en un sentimiento de que Nicaragua avanza por el rumbo equivocado. Esta forma de pensar es común en dos de cada tres entrevistados, mas es dominante entre aquellos que son contrarios al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

Por ello, incluso entre seguidores del partido oficial, aquellos que consideran se va por el camino equivocado (45 por ciento) superan a quienes ven con optimismo los próximos pasos de la nación (43 por ciento)”, dice la Cid Gallup.

De acuerdo al estudio de la encuestadora, la desconfianza en Ortega ha crecido hasta un 58 por ciento de ciudadanos que creen que el Presidente “nunca o casi nunca” hace lo que es bueno para el país. Esta es una caída de 9 puntos en relación a noviembre del 2007 en que la pérdida de confianza llegaba al 49 por ciento.

LO PEOR ES LA ECONOMÍA

El manejo de la economía es el peor rubro de Ortega, renglón en el que ha caído 13 puntos desde noviembre pasado, con un 50 por ciento de la población inconforme con lo que consideran una mala conducción. Solamente un minoritario 13 por ciento avala la administración económica del mandatario, particularmente sus seguidores.

Las oportunidades de trabajo son cada vez menores para el 54 por ciento de la población, frente a un cada vez menor porcentaje de ciudadanos que ve más oportunidades, minoría que apenas llega al 10 por ciento.

Y es que para un 65 por ciento de la población, Ortega incumplió con sus promesas de campaña, percepción a la que se enfrenta un 21 por ciento de los encuestados, particularmente sandinistas.

NO HAY TRABAJO

El 54 por ciento de los encuestados cree que desde la llegada de Ortega a la Presidencia hay menos oportunidades de trabajo. Ese porcentaje es 10 puntos superior al de la encuesta de noviembre del 2007.

Sólo un 10 por ciento de los consultados dice que hay más oportunidades de trabajo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para nadie es un secreto que Ortega no está capacitado para gobernar Nicaragua. Partiendo desde el hecho que comparte el 50% del poder con su mujer Rosario Murillo lo cual de por si ya es inédito, hasta la autocracia que ejerce al interior de las instituciones gubernamentales.
El hambre del pueblo es real y ya se ha comenzado a manifestar, después de los últimos atropellos a la democracia al suprimir partidos políticos importantes.
Obviamente, un retrógrada como este, tendría que entregar la presidencia a alguien que ciertamente se preocupe por el pueblo nicaraguense. Dios decidirá lo mejor para el rumbo de nuestro pueblo.