viernes, febrero 29, 2008

PRINCIPE HARRY SERÁ RETIRADO DE AFGANISTÁN.



La presencia en Afganistán del hijo menor del Príncipe de Gales ha sido uno de los mayores secretos editoriales de los últimos años.
LA PRENSA/AFP)
María Echeverría
AFP

LONDRES.- El príncipe Enrique, tercero en el orden de sucesión del trono británico, abandonará "inmediatamente" Afganistán, tras filtrarse en el Internet que ha estado combatiendo contra los talibanes en el sur de ese país, anunció hoy el ministerio de Defensa del Reino Unido.

"Tras una evaluación detallada de los riesgos para la cadena de mando, se adoptó la decisión (...) de retirar inmediatamente de Afganistán al príncipe Enrique", dijo el ministerio en un comunicado, sin precisar la fecha exacta del regreso del príncipe a Gran Bretaña.

La presencia en Afganistán del hijo menor del Príncipe de Gales y de la difunta princesa Diana, de 23 años, ha sido uno de los mayores secretos editoriales de los últimos años, logrado gracias a un pacto de silencio entre las Fuerzas Armadas y los medios británicos y algunos internacionales.

Los medios de comunicación aceptaron guardar el secreto hasta que el príncipe hubiera regresado a Gran Bretaña, tras pasar varios meses - entre cuatro y seis - en Afganistán, a cambio de reportajes y entrevistas con Enrique en el país asiático.

La decisión de retirarlo fue adoptada tras la revelación por el Drudge Report, una página web estadounidense, de que Enrique participaba en secreto, desde diciembre, en operaciones militares en Helmand, una peligrosa provincia en el sur del país asiático.

TEMEN QUE SE CONVIERTA EN OBJETIVO DE ALQAEDA

La "cobertura informativa mundial de la presencia de Enrique en Afganistán podría tener un impacto en la seguridad de todos los que están desplegados en ese país y presentar riesgos para él mismo como soldado", explicó el ministerio de Defensa, que teme que el príncipe podría convertirse en un objetivo para Al Qaeda y grupos integristas islámicos.

Enrique fue enviado hace diez semanas a Afganistán después de que se anularan, en mayo pasado, los planes para enviarle a Irak, tras amenazas de grupos insurgentes iraquíes de secuestrarle o matarle.

En entrevistas con reporteros enviados a cubrir sus actividades en Afganistán, a cambio de un compromiso de mantener el silencio hasta su regreso, Enrique se dijo consciente de que si su presencia en ese país se daba a conocer, podría convertirse en un objetivo para grupos insurgentes o para la red terrorista Al Qaeda.

Ese pacto de silencio estalló en añicos el jueves, cuando el Drudge Report, que citó a una revista australiana poco conocida, que publicó la información a mediados de enero, reportó que el príncipe estaba desplegado en Afganistán.

OBSERVADORES SORPRENDIDOS POR PACTO

El mando militar británico expresó su "decepción" por la decisión de "páginas web internacionales" de quebrar el acuerdo, aunque algunos observadores comentaban ahora que lo más sorprendente en esta historia es que el pacto entre los militares británicos y los medios de comunicación durara diez semanas.

Mientras tanto, la conducta "ejemplar" de Enrique en Afganistán - donde era responsable de pedir ataques aéreos contra posiciones talibanes - ha sido elogiada por el mando militar británico, por el primer ministro Gordon Brown y por los líderes de la oposición.

Esos elogios hacen prever que Enrique - que es el primer miembro de la familia real enviado al frente desde la participación de su tío, el príncipe Andrés, en la guerra de las Malvinas contra Argentina, en 1982 - será recibido como un verdadero héroe a su regreso al Reino Unido.

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