El magistrado Sergio Cuarezma, miembro de la Sala Constitucional, dijo anoche que “esta es una decisión de hecho que no tiene valor” porque “es una resolución de facto”.
Explicó que “si estamos en un estado de facto entonces aplicarán una resolución de facto”. Cuarezma informó que la semana pasada asistió, los días jueves y viernes Barcelona, asistiendo a un seminario organizado por el poder judicial español, junto a los magistrados Francisco Rosales, Rafael Solís y Dámisis Sirias.
Él llegó al país el domingo, y cuando se incorporó la mañana de ayer a sus labores, encontró una citación para hacer sesión ordinaria en la Sala Constitucional el día miércoles, pero a la una de la tarde, cuando todos los liberales estaban fuera de sus oficinas, cambiaron la invitación y llamaron a sesión extraordinaria para esa misma hora. Según el magistrado Francisco Rosales ellos citaron para la una y dieron hasta las tres de la tarde para que llegaron los miembros de la Sala.
Al no “llegar” sesionaron allí mismo y firmaron una extensa sentencia, llena de citas de manualistas del derecho, en que anulan la prohibición constitucional. Como dato revelador, la resolución leída por el magistrado Rosales, presidente de la Sala, tiene como hora: 11 de la mañana.
El magistrado Cuarezma dijo que nunca fueron citados para la reunión de ayer y que tampoco conocieron de proyectos de sentencia alguna, como se estila en el trabajo de los miembros de la Sala. Por lo general, el proyectista de la sentencia circula una copia entre los miembros para que opinen, aprueben o disientan.
“La Sala se integró con seis magistrados (sandinistas) violando la Ley Orgánica de la Ley Judicial”, agregó el funcionario judicial.
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