La organización civil Consejo Ciudadano de Seguridad Pública ha documentado unos 5.300 secuestros los últimos cuatro años en México, y señala que muchas de esas víctimas fueron asesinadas pese al pago del rescate, aunque sin precisar un porcentaje. 80% de los secuestros no son denunciados en ese país.
Ciudad de México.- El último de los 11 miembros de una banda de secuestradores fue detenido en México después de que la madre de una de sus víctimas dedicó cinco años a guiar a las autoridades en la investigación, dijo este lunes la mujer, convertida en un símbolo ciudadano contra ese delito.
La mujer, Isabel Miranda Wallace, dijo a la prensa que espera que tras esta captura pueda recobrar los restos de su hijo, el empresario Hugo Wallace, secuestrado y asesinado en julio de 2005. "El motor de mi vida es poder encontrar los restos de mi hijo", dijo la mujer a la cadena de televisión Televisa, destacó AFP.
Miranda celebró la captura el viernes de Jacobo Tagle, que dijo es el último de los 11 integrantes de la banda que quedaba en libertad.
Tagle confesó el domingo que Hugo Wallace, que tenía 31 años, murió el mismo día del secuestro de un paro cardiaco durante una golpiza propinada por otro de los secuestradores, actualmente preso, según apartes de su declaración divulgados a la prensa.
Los plagiarios decidieron entonces comprar una sierra eléctrica para mutilar el cuerpo, meterlo en bolsas plásticas y tirarlo en un canal de aguas.
Tan pronto como desapareció el empresario, Miranda inició su propia pesquisa ante lo que consideró como ineficacia de las autoridades: desplegó avisos gigantes con la foto de su hijo y ofreció recompensas por datos que permitieran localizarlo.
Fue personalmente al domicilio donde su hijo fue retenido, interrogó a vecinos, localizó a una mujer que sirvió como gancho para el secuestro y a partir de los informes recibidos logró dar con cada uno de los plagiarios.
A algunos de ellos los capturó con ayuda de otros familiares y los entregó a las autoridades.
Al mismo tiempo Miranda se juntó con otros padres de secuestrados, como Alejandro Martí y Eduardo Gallo, cuyos hijos también fueron asesinados, para impulsar acciones contra ese delito, incluyendo una ley recientemente promulgada que incrementó a 70 años las penas de cárcel por secuestro.
La organización civil Consejo Ciudadano de Seguridad Pública ha documentado unos 5.300 secuestros los últimos cuatro años en México, y señala que muchas de esas víctimas fueron asesinadas pese al pago del rescate, aunque sin precisar un porcentaje.
No hay cifras oficiales, pero las ONG estiman que hasta 80% de los secuestros no son denunciados en México.
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