Sólo Llamazares (IU) vota en contra de la prórroga por dos meses de la exclusión aérea.
En un debate retorcido, salpicado de aristas, el Gobierno sacó adelante la prórroga de la misión de exclusión aérea en Libia por otros dos meses. Fue un triunfo incuestionable en lo numérico (37 votos a favor; sólo uno en contra, el de Gaspar Llamazares), pero controvertido en lo teórico. En él se coló la figura de Aznar, particularmente activa en las últimas semanas, y el asunto de las bombas de racimo, cuestión espinosa que ha causado sarpullidos en el Ministerio de Defensa y ha dado argumentos para la controversia. CiU, PP e IU incidieron en el tema, hasta provocar la respuesta de la ministra Chacón. “Durante setenta años, distintas empresas fabricaron y vendieron bombas de racimo, pero fue nuestro Gobierno el que puso fin a su fabricación y el primero que destruyó todo su arsenal”, dijo.
La guerra libia (“el conflicto libio”, como lo llama Chacón) sigue abierta, desde todos los puntos de vista. Se trata de elevar la mirilla, enfocándola hacia el coronel Gadafi, hombre cuyo futuro político tiene los días contados. “Queda claro que ha perdido toda legitimidad y debe abandonar el poder. El futuro de Libia debe escribirse sin Gadafi”, dijo la ministra, estableciendo un grado superior en el plan de la OTAN...MUY BUENO,ENTÉRATE MÁS
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