Willy, un yucateco, visitó Japón y se compró un par de anteojos de gran tecnología que hacía ver desnudas a todas las personas...
Willy se pone los anteojos para probarlos y empieza a ver desnudas a todas las mujeres...está realmente encantado.
Se pone los anteojos, desnudas.
Se quita los anteojos, vestidas.
Se pone los anteojos, desnudas.
Se quita los anteojos, vestidas.
Máaare, ¡qué maravilla!...dice el yucateco, sin salir de su asombro.
Después de varios días, finalmente Willy regresó a Mérida, loco por mostrarle a su mujer la novedad que había comprado.
En el aeropuerto de Tokio y después en el avión, se siente enloquecido al ver a las azafatas y a las pasajeras, totalmente desnudas.
Cuando llega a casa, inmediatamente se coloca los anteojos para ver, desde que entre a su casa, desnuda a Landy, su mujer.
Abre la puerta y ve a Landy......
pero también ve a Shubert (su compadre), totalmente desnudos sobre el sofá.
Se quita los anteojos, desnudos.
Se pone los anteojos, desnudos.
Se los quita...desnudos.
Se los pone...desnudos.
Se los quita...desnudos.
Se los pone...desnudos.
Entonces exclama:
¡¡¡Máaare!!! ¡Ya se jodió esta Madre.
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