domingo, abril 10, 2011

CONTINUAMOS CON NOTICIAS DE NICARAGUA

Ambición de poder secuestra al país.

· “Los valores morales en nuestra nación están siendo atacados y los jóvenes manipulados con doctrinas opuestas a la razón y la fe”, asegura vicario

Por: Emiliano Chamorro

Monseñor Silvio Fonseca lanzó una fuerte crítica al sistema de poder por manipular los valores morales y usar a los jóvenes para fines políticos partidistas, imponiendo doctrinas opuestas a la razón y la fe, pero además aseguró que “Nicaragua está secuestrada por los ambiciosos del poder”.

“La educación en Nicaragua está diseñada para masificar e ideologizar a la juventud, por tanto los estudiantes y los jóvenes están siendo violentados en su dignidad humana para usarlos para fines políticos partidistas”, advierte el jerarca católico.

Monseñor Fonseca, quien es vicario de la Pastoral Familiar de la Arquidiócesis de Managua, considera que el principal desafío de la Iglesia católica es el rescate de los valores de la familia católica.

“La Iglesia católica siempre ha tenido una doctrina y la pastoral familiar siempre ha defendido los valores de la familia porque la familia es la corona de la creación de Dios y en ella Dios ha impreso su imagen de unidad, de amor y de ayuda mutua. Entonces, igual que la Santísima Trinidad, Dios quiso que la familia fuese imagen de la Trinidad”, reflexionó el guía espiritual.

· EDUCACIÓN

Fonseca asegura que para que una nación pueda formar líderes y figuras con valores morales y virtudes la clave está en la educación.

“La clave está en la educación pero una verdadera educación con principios y valores morales y éticos (...) la verdadera educación y, específicamente la educación católica, forma al estudiante como un ser pensante para dignificarlo y defender sus derechos”, afirma.

En ese sentido el religioso lamenta cómo los valores están siendo manipulados y esto como consecuencia “tiene efectos aún más delicados como es la desunión familiar”, advierte.

“En Nicaragua no hay interés por educar, porque los alumnos, nuestra juventud, está siendo violentada en su dignidad humana, están siendo usados para fines políticos partidistas. Entonces, esto ha traído como consecuencia la desunión familiar, el conflicto de los valores y la deshumanización de la sociedad”, analiza Fonseca, quien es experto en temas de familia.

Para monseñor Silvio Fonseca en el país se practican modelos de manipulación que obliga al joven hacer cosas que no quiere hacer, situación que califica de “gravísima porque atenta contra la integridad humana y los valores morales que destruye a toda una sociedad”.

“Este es un panorama evidente porque frente a los hechos no valen los argumentos. Esto quiere decir, que hay una realidad que aunque quiera ser justificada por una parte, los fines que se están pretendiendo es masificar a los jóvenes y usarlos ideológicamente actuando en contra de sus principios, es decir, en otras palabras son obligados a hacer lo que no quieren hacer. En pocas palabras, es una manipulación gravísima porque pone en riesgo el futuro de Nicaragua”, asegura monseñor Silvio Fonseca.

Sin embargo, asegura que pese a ese panorama sombrío y muchas veces de desesperanza aún existen propuestas para rescatar los valores morales.



“Pese a que todo se ve sombrío, sin esperanza, Dios nos ama y siempre hay cosas por hacer para salvar nuestra familia. Yo propongo tres medios para promover nuestros sanos hábitos, nuestros valores: primero la familia como la escuela de valores, segundo una verdadera educación que forme personas y, tercero, los medios de comunicación que apoyen el humanismo y los principios cristianos de Nicaragua”, propuso Fonseca.

No obstante, el jerarca católico advierte que la sociedad debe estar alerta a defender los valores de la institución familiar, dado que considera que los antivalores y las doctrinas falsas pulverizan la dignidad humana.

“Estamos en una pulverización de la dignidad humana porque se quiere imponer una sociedad opuesta a la ética y la moral, se quieren imponer costumbres que van en contra de la razón y de la fe y eso no lo podemos aceptar porque tiene efectos destructores a nuestras buenas costumbres y va en contra de nuestros principios y valores morales ”, advirtió monseñor Silvio Fonseca, Vicario de la Pastoral Familiar de la Arquidiócesis de Managua.

No hay comentarios.: