Nadie sabe lo que ocurre ni quiere aventurarse con pronósticos optimistas porque así fueron los primeros días y todos los reporteros caímos en la misma trampa.
Bin Yauad.- Hoy me levanté a las siete de la mañana dispuesto a llegar hasta los combates en Brega. Como esta hora aquí significa “muy temprano”, tengo varios minutos para desayunar lo único que sirven en todos lados: huevos duros, tomate en rodajas y queso untable. Con suerte hay pan y algún jugo que le gane al té de siempre.
Desde Bengasi hasta la franja petrolera en disputa son más de 300 kilómetros cansados y escasos de combustible. ¿Por qué no dormir más cerca? Quizás la mejor respuesta la demuestra la volátil situación de los rebeldes en la zona. Ganan tres ciudades en 40 horas y luego retroceden el doble...CONTINÚA LEYENDO
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