La señora, medio dormida en su cama, escucha cuando llega su marido del trabajo y siente como él la acaricia suavemente, casi de manera furtiva, como recorriendo suavemente la periferia de su cuerpo Sorpresa
Ella siente cómo su cuerpo reacciona inmediatamente a las caricias. Ruborizado el marido toma sus manos y las recoge, mete una de sus manos por su espalda y llega atrevidamente hasta sus redondeces.
En este momento, la señora está que arde, jadeante y deseosa.Sonrisa con lenguaEntonces, sus piernas son abruptamente levantadas. La mujer siente que la pasión perdida por años ha regresado y le encanta sentir cómo su hombre apoya sobre ella todo su peso. Ojos en blanco.La enerva sentir en su nuca el aliento calido de su marido. Ella se prepara, levanta las caderas; separa y flexiona sus piernas y se dispone a ser poseída Sonrisa con lengua, cuando de pronto su marido suelta sus piernas, gira sobre sí mismo y se acomoda en su lado de la cama.
La mujer, asombrada y respirando hondamente pregunta: --¿Qué pasó? Confundido
él responde:
--Ya.Risa a carcajadas
--¿Ya qué,grandísimo cabrón? Echando humo
Ya duérmete, vieja. Ya encontré el control remoto Guiño.!!!!
MORALEJA: NO TENER TELEVISIÓN FRENTE A LA CAMA.
Patricia
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