Manu y los otros reporteros liberados
Estuvo cautivo en Libia, en poder de las fuerzas leales al régimen de Muamar Gadafi. Mantuvo una breve comunicación vía chat con "Gaceta Mercantil.com" en la que relató su odisea.
El fotoperiodista español Manuel Varela de Seijas Brabo, conocido profesionalmente como Manu Brabo, dijo que los 43 días que estuvo cautivo en Libia, en poder de las fuerzas leales al régimen de Muamar Gadafi, fueron "bastante duros" al principio y que las últimas dos semanas en una casa en Trípoli fueron "grana de engorde en una cárcel de oro".
Manu Brabo, quien ya está en Túnez, mantuvo una breve comunicación vía chat con "Gaceta Mercantil.com", y contó que además de los malos tratos iniciales, tanto él como sus compañeros de cautiverio, los estadounidenses James Foley y Clare Gillis y el británico Nigel Chandler, perdieron todos sus equipos y el dinero que llevaban encima.
"En mi caso fue todo el equipo, el ordenador portátil y unos 400 euros", precisó el fotoperiodista que ingresó a Libia para cubrir como "free-lancer" la rebelión contra el régimen de Gadafi, que aún continúa, y sus materiales fotográficos y textos fueron publicados por diversos medios internacionales, entres ellos EPA (European Pressphoto Agency).
Brabo y el resto de los reporteros fueron apresados el 5 de abril cuando viajaban en un automóvil cerca de la ciudad de Brega, en el este de Libia.
En principio, los cuatro fueron trasladados a un centro de detención militar, donde tuvieron soportar malos tratos y no fueron alimentados. Un panorama que no cambió cuando fueron trasladados a un segundo centro ni cuando los llevaron a una cárcel.
Luego, gestiones diplomáticas mediante, los cuatro periodistas fueron trasladados a una "casa segura" en Trípoli, a la que Brabo definió como "una cárcel de oro" donde "no dieron grana de engorde" para largarnos.
Entre la cárcel común y la de mejor trato, Brabo, Fole, Gillis y Chandler fueron sometidos a un juicio en el que fueron condenados a pagar 170 dólares por haber igresado a Libia sin visado. "Fue una farsa, una parodia de juicio digno de una película de (Federico) Fellini", dijo el periodista asturiano, de Gijón, a "Gaceta Mercantil.com".
Mañana al mediodía de España aterrizará en Barajas, Madrid, para reencontrarse con sus padres, que durante estos 43 días estuvieron lideraron una cadena de reclamos y manifestaciones por su liberación.
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