En 2010 trascendió un caso similar en Inglaterra, cuando una pareja nigeriana tuvo una bebé blanca, rubia y de ojos azules.
República Democrática del Congo
Lo primero que Francis Tshibangu pensó cuando vio a su segundo hijo recién nacido es que él no era el padre.
“Mi primer pensamiento fue” Wow, ¿es realmente mío? “, recuerda este hombre de 28 años originario de la República del Congo.
Y no es para menos. El pequeño nació rubio y blanco, pese a que sus padres son negros.
El hombre recuerda que se quedó con la boca abierta cuando Daniel nació.
”Yo estaba demasiado aturdido para hablar y pude ver a los doctores que se miraban unos a otros, pensando que el bebé no podía ser el mío”, recuerda.
Incluso, los rostros de las enfermeras expresaban su incredulidad de que aquel bebé fuera de Francis. "Sus caras decían eso, pero estoy seguro que la mía también decía eso", dice ahora el padre de familia.
"Entonces, Arlette y yo nos miramos y sonreímos. He estado con mi esposa durante tres años y nunca hubo una una duda de infidelidad, pero ver su piel blanca fue una sorpresa para decir lo menos”.
Cuando se agachó a darle un beso a su hijo, vio su rostro "y vi que se parecía a mí y Arlette. Tiene mi nariz y los labios de mi esposa”.
La pareja cree que Daniel podría ser un retroceso a la tatara-tatara-bisabuela de Arlette, que también dio a luz a un bebé blanco.
El matrimonio ya tenía un hijo de dos años, Seth, cuyas características son evidentemente africanas.
El bebé blanco ya tiene 11 semanas de edad. “El color de su piel no es importante. Lo más importante es que tenemos un niño sano que lo queremos mucho”, resume su padre.
Los médicos creen que la criatura tiene una mutación genética leve. Pero no es un albino.
En 2010 trascendió un caso similar en Inglaterra, cuando una pareja nigeriana tuvo una bebé blanca, rubia y de ojos azules.
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