EFE
LA PAZ .- El Gobierno de Evo Morales advirtió hoy de que Bolivia está en el "umbral de un verdadero golpe de Estado contra el orden constitucional" para derrocarlo y atribuyó el plan a los prefectos (gobernadores) opositores de regiones autonomistas.
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, se refirió al presunto complot en declaraciones realizadas a la radio estatal Patria Nueva, desde la ciudad de amazónica de Trinidad, en el departamento de Beni.
Quintana, el brazo derecho de Morales en el Gobierno, dijo que esta acción se está gestando "al típico estilo de las dictaduras que precedieron a la recuperación de la democracia en 1982".
Según el ministro, la acción de los prefectos es un acto "de sedición, de desacato y organización de fuerzas ilegales, paramilitares para atentar contra todas las libertades públicas".
La denuncia de Quintana se produce a cuatro días del referendo que se celebrará el próximo domingo para que la ciudadanía se pronuncie sobre la revocación o continuidad de los mandatos de Morales, su vicepresidente y ocho prefectos del país.
El presidente Morales, en un acto en Cochabamba para celebrar un aniversario de las Fuerzas Armadas, lamentó hoy que algunos grupos "falten el respeto al pueblo boliviano y apliquen una especie de dictadura civil atentando contra la democracia".
Según el mandatario indígena, en Bolivia las dictaduras de los años 60 y 70 se han sustituido por la acción de grupos que "toman aeropuertos, toman cortes departamentales electorales y balean carros de ministros".
En los últimos días se han intensificado en diversos puntos del país las protestas contra Morales y su Gobierno, como el caso de la sureña región de Tarija el pasado martes, donde una manifestación de opositores provocó la suspensión de la visita de los presidentes de Argentina y Venezuela, Cristina Fernández y Hugo Chávez, respectivamente.
El propio ministro de Presidencia denunció ayer haber sido víctima de un "atentado" en Trinidad, la capital del departamento amazónico del Beni, donde un grupo llegó a disparar a su coche, aunque él no viajaba en el vehículo en ese momento.
En las últimas 24 horas, Morales también se ha visto obligado a suspender varios actos políticos en Beni, Pando y Santa Cruz por la acción de grupos opositores en los aeropuertos de estas regiones para impedir la visita del presidente.
En el desfile militar e indígena de Cochabamba, Morales llamó al pueblo boliviano y a las Fuerzas Armadas a defender la democracia y reclamó a sus opositores que no intenten sabotear ni perjudicar el referendo revocatorio del 10 de agosto.
A las protestas contra Morales se suma la huelga de hambre que llevan a cabo los prefectos opositores de Santa Cruz, Rubén Costas; Beni, Ernesto Suárez, y de Pando, Leopoldo Fernández, todos ellos aliados en su demanda de autonomía.
En las próximas horas tienen previsto sumarse a la huelga de hambre el gobernador de Tarija, Mario Cossío, y la de Chuquisaca, Savina Cuéllar.
Con su medida, los gobernadores demandan al gobierno de Morales la restitución de la renta petrolera que reciben las regiones y que fue disminuida por el Ejecutivo.
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