miércoles, febrero 10, 2010

DETALLES DEL MOMENTO: ESTAMOS ENFERMOS.

El fracaso hasta ahora en la Asamblea Nacional por pasar la amnistía en beneficio de Arnoldo Alemán y Eduardo Montealegre, para sean liberados de sus captores, hay que verlo como lo que es; una clara derrota más que sufre la democracia. Sin embargo hay que hacer algunas acotaciones y sobre ellas decir algunas cosas que por prudencia, frente al objetivo de las negociaciones políticas, muchas veces callamos o disimulamos para no entorpecer con procacidades peligrosas la suerte que depara a los intereses nacionales.

No han sido pocas las coyunturas en las que nos hemos confesado frustrados por nuestras inconsistencias. Los que observamos los acontecimientos y nos percatamos sobre lo que verdaderamente pasa nos damos cuenta que el mal que nos afecta no es el FSLN -que hace lo que le corresponde en el esquema de su maldad para fortalecer su dictadura- sino que la podredumbre viene de nosotros mismos, de esos que nos llamamos demócratas, de esos que hablamos de libertad, de paz y de justicia, pero solo de la boca al labio porque en la práctica somos un verdadero hazme reír.

Expongo mis criterios en sentido amplio porque yo asumo mis responsabilidades y aunque no soy de esos connotados que se empinan sobre los otros porque dicen que toman decisiones de poder, en su gran mayoría equivocadas, yo he dejado de nombrar a las cosas por su nombre, he dejado de señalar los errores que hoy nos consumen y por eso lamento y me conduelo que la democracia sufra lo que hoy está llorando por la inmoralidad de la politiquería prebendaría que asquerosamente vive para hacer daño y para sepultar las esperanzas de quienes sueñan porque algún día los demócratas seamos coherentes, mantengamos firmes los principios y seamos capaces de poder terminar algo que hayamos empezado.

Cuantas veces hemos escuchado decir que el orteguismo llegara hasta donde nosotros permitamos que llegue. Esta máxima no es nueva pero una y otra vez concluimos en lo mismo y una y otra vez concedemos con nuestras viciadas actitudes que el pueblo nos escupa de su corazón porque no es cierto que estemos haciendo política sino que en su lugar la función circense pagada por la corrupción gobernante donde nosotros los payasos somos la diversión de propios y ajenos y además los blancos fáciles de todo tipo de maldiciones que por supuesto merecemos.

¿Por Dios que nos pasa? ¿Como entender está cultura diabólica que se posesionó de todos aquellos que diciéndose mayoría contra el orteguismo actúan en beneficio de la dictadura?

En gran medida el liberalismo, ideológicamente la única fuerza capaz de construir el fundamento y estructura de una verdadera oposición, se ha equivocado al tratar de fomentar un bloque donde la basura esté incluida con tal de lograr visiones e ilusiones que no son correspondidas y al final terminan resultando en garrotes con los que nos dan en la maceta porque se aprovechan de nuestra generosidad.

Lo que hay en el ambiente es que en éste país tenemos una llamada sociedad civil que juega a ser crítica de una dictadura de la cual son socios fundadores pues la mayoría de esos que se desgañitan contra sus ex camaradas en el poder son tan zorros del mismo piñal como lo es el MRS. Esta sociedad civil es en realidad una dictadura disgregada en sus respectivas ONG. Hablan de democracia y sus personeros se hicieron viejos donde están y no le rinden cuanta a nadie, ganan dólares por fajos, tienen camionetotas del año, chóferes, celulares, oficinas, residencias, viajes al exterior, viáticos y otros beneficios que no aflojan y para justificar toda esa fastuosa línea de vida lo único que hacen es montar eventos con grupitos de personas desde donde se lanzan torpedos descalificadores contra los partidos que siendo realmente instituciones realmente representativos pueden hacer la oposición efectiva a quienes ellos en el fondo defienden porque son sus orígenes.

El liberalismo debe encontrarse así mismo antes de pretender encontrar a otros en el camino hacia la unidad. El liberalismo hizo lo que pudo trayendo a su mesa a bárbaros amnésicos que desde el llamado MRS hipócritamente se ponen la máscara de opositores cuando son parte de lo mismo; cuando simbolizan aquel pasado que martajó las carnes y las vidas de los nicaragüenses vejados en aquella noche oscura que no perdonó ni la dignidad del Papa Juan Pablo II. Los MRS son la dictadura misma y cada uno de sus miembros carga vicios, canalladas y tropelías que hundieron al país y que se traducen integralmente en crímenes, torturas, persecuciones, violaciones, confiscaciones y por supuesto parte de aquella piñata por la cual el mejicano Víctor Tirado López, Víctor Hugo Tinoco, Dora María Téllez, Rosa Marina Zelaya, Mónica Baltodano, Henry Ruiz, Luís Carrión, Alberto Novoa y Sergio Ramírez Mercado entre otros, fueron beneficiados con mansiones, empresas, fincas y cualquier otra cosa que les representara tajadas revolucionarias de aquellos botines que todavía disfrutan y que jamás serán capaces de devolver porque son parte del mismo pecado.

Los del MRS no tienen la más mínima autoridad para expresarse contra el orteguismo. Ellos son parte de la misma chanchada y en el juego de las apariencias solo son disfraces disidentes que estarán ahí para lanzar las descargas de profundidad que convengan a la dictadura familiar. A todos ellos los vimos con el verde olivo asesino, con el seño de la prepotencia y la arrogancia estampado en la frente disfrutando aquellos fastuosos desfiles militares que contrastaban con la miseria que al pueblo repartían. Son ahora los mismos comandantes de la revolución o los mismos comandantes guerrilleros sin uniformes pero con plata que valerosamente nos quieren hablar de honestidad, de transparencia, de honradez y de democracia.

Pero de la misma manera que el orteguismo tiene al MRS infiltrado en el bloque de oposición, de la misma manera el orteguismo tiene al ALN infiltrado en el liberalismo para ejecutar desde dos partículas las acciones necesarias para frenar la lucha de la democracia contra el autoritarismo.

En el caso del ALN deberíamos decir ya basta. Sus miembros rebasaron la frontera de lo imaginable. Es impresionante la voracidad de estos. No representan entre sus miembros una línea política, sino un centro de meretrices donde cualquiera puede tocar lo que quiera a cambio de la paga. Son mercenarios que no tienen alma y por tal, sin temor al que dirán, se prestan a cualquier cosa y se esfuerzan por hacer que la sociedad los aborrezca. Estos del ALN son lo más ordinario. Al menos Carlos Olivas y la Ana Julia Valladares son declarados aliados del FSLN pero estos están mas allá de la mentira porque se redujeron intencionadamente a lo que son para labrarse el camino hacia la corrupción pues lo que hacen, como fiel de la balanza, es cobrar caro el daño que le hacen al país a nombre de las conveniencias nacionales.

Otros que por separado son agentes del orteguismo, tontos útiles al servicio de la dictadura, son Mauricio Mendieta, Sergio García Quintero, Moisés Hassan y unos cuantos más, que sin ser nada en términos estructurales, sin representar a nadie políticamente hablando, viven de las oportunidades que aquellos espacios de opinión en televisión les brindan cuando no tienen a nadie más que invitar y es cuando los llaman como rellenos para que evacuen sus excretas contra todos aquellos que no los determinan por considerar que estos son pérdida de tiempo o disparos sobre zopilotes porque no aportan, porque la estupidez de cada uno de estos es más grande que su propia ignorancia en términos políticos y en estos momentos ni en ningún otro en el futuro eso puede representar atrevernos a cargar esos fardos que estorban y aminoran la velocidad de la marcha que deseamos.

Se por supuesto que las pláticas con los de la ALN continúan en la búsqueda de esos votos para la amnistía pero es bueno que los de la ALN sepan que no engañan a nadie, que jamás el liberalismo a estado equivocado en la percepción que tiene sobre las maniobras de quienes se alejaron totalmente de todo principio ético en la negociación política y que su actitud es oportunista, chantajista y tan extorsionista como la del FSLN.


Por ahora hay que admitir que hemos perdido una batalla y como no perderla si el MRS cumplió las órdenes y como no perderla si el ALN y sus tristes componentes respondieron a la paga, al soborno, al cañonazo y que no digan que bárbaro este porque si de angelitos no tienen nada de murcielaguitos si tienen mucho. El PLC y sus líderes deben dejar la ingenuidad aun lado. A partir de hoy cada paso debe ser firme. Juguemos desde las probabilidades con lo posible. Nada logramos exponiendo la democracia que decimos defender al ridículo porque en eso hemos caído. No permitamos más carcajadas sobre nuestras franquezas y buenas intenciones. Antes bien expongamos a los cobardes como lo que son y hagamos y digamos las cosas como deben ser. Si persistimos en creer que no valemos y por ello buscamos donde no encontramos entraremos en una depreciación que no merecemos porque la fuerza organizada y estructurada que es el liberalismo se estará venciendo así misma.

Para colmo de colmo, lloviendo sobre mojado, hasta el propio Enrique Quiñónez, le quiere poner sal a la herida yéndose en sus caracterizadas peroratas sobre el mismo Ratón que al fin y al cabo es el más afectado al ser éste quien irá directamente a las rejas, pues Arnoldo Alemán al fin y al cabo es valetudinario. Creo que cualquier diagnóstico sobre lo que nos pasa nos conducirá a determinar categóricamente que estamos enfermos porque la peste de la división se nos viene de todos lados y uno de ellos es la prensa misma que mientras resalta la astucia maligna del perverso, se mofa, ríe y promueve las distancias entre nosotros los demócratas que cada vez somos menos libres.

POR NICARAGUA CUESTE LO QUE CUESTE ASI PENSAMOS EN EL MOMENTO.

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