martes, febrero 09, 2010

La crisis no se resuelve a garrotazos

El jueves de la semana pasada, después que la oposición parlamentaria logró incluir en la Orden del Día del Plenario de la Asamblea Nacional el dictamen de la controversial iniciativa de Ley de Amnistía, el FSLN y el presidente Ortega en lo personal reaccionaron de manera virulenta y desmesurada.

El Frente Sandinista hizo colocar grandes rótulos denigrantes contra Eduardo Montealegre y Arnoldo Alemán; en los medios de comunicación oficialistas se exacerbó la campaña injuriosa contra los líderes liberales; dirigentes del partido de gobierno anunciaron que van a impedir no sólo la aprobación, sino inclusive la discusión de la amnistía, y además amenazaron con lanzar a sus seguidores a las calles y contra las viviendas de los diputados opositores, a fin de intimidarlos para que no voten por la amnistía que, al menos momentáneamente, podría dejar a Montealegre y Alemán libres del chantaje político gubernamental por medio del Poder Judicial y la Fiscalía que son usados como garrotes represivos.

Sin embargo, al día siguiente, otros dirigentes del FSLN y del Gobierno que evidentemente tienen mucho más peso y poder en el régimen orteguista, como son el presidente de la Asamblea Nacional y la esposa del presidente Ortega, al mismo tiempo que reiteraron que mandarán a sus seguidores a la Asamblea Nacional y las calles para rechazar la propuesta opositora de amnistía, sin embargo “se opusieron (…) a que simpatizantes del Gobierno protesten en las casas de los diputados que respaldarán una ley de amnistía”...LEER EDITORIAL COMPLETO

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