lunes, febrero 15, 2010

DETALLES DEL MOMENTO. NICARAGUA NO TIENE COPIA.

Carlos Marx decía que “los pueblos que repiten la historia de otros pueblos terminan en comedia o en tragedia”. Sin embargo en la década de los ochenta, el grupejo de “muchachos” que se apoderó del país, a nombre de la revolución, no hizo causa común con el pensamiento marxista que decían tener e inmediatamente importaron el agotado modelo cubano de ingrata recordación para los nicaragüenses. De esa forma si allá existían los Comités de Defensa de la Revolución, aquí hicieron los Comité de Defensa de Sandinistas.

Si allá era la Juventud Revolucionaria, aquí la Juventud Sandinista. Si allá era Central de Trabajadores Revolucionarios, aquí Central de Trabajadores Sandinistas. Si allá era Fidel y Raúl, aquí Daniel y Humberto. Si ella era Consejo de Estado, aquí también. Si allá era Seguridad del Estado y Ministerio del Interior, aquí también. Si allá era Asociación de Trabajadores campesinos, aquí era Asociación de Trabajadores del Campo. Pero la copia no solo era para instituciones u organizaciones satélites del partido, sino que hablaban como cubanos y no solo imitaban el andar, sino que hasta fumaban los mismos habanos que Castro y mostraban la misma barba desordenada, sucia y piojosa de Fidel.

Después de aquella burda imitación y malsano propósito por desnaturalizar nuestra identidad al cubanizar Nicaragua, no se quedaron quietos y comenzaron a traernos ya no solo las estructuras del régimen dictatorial de la isla esclava, sino que nos enviaron a los ejecutores de la dictadura y así las escuelas se hicieron cuarteles y los maestros milicianos y como había que albergar aquella tropa, arquitecta del paraíso socialista del Caribe en nuestra tierra, entonces fue necesario confiscar para atender a los miles de internacionalistas que encontraron aquí un paraíso donde tenían más privilegios que los nacionales.

Esa política de cubanizarnos fue lo que condujo en gran medida, amén de las políticas represivas propiamente dichas, a que ésta Nicaragua, que no tiene ni quiere copias, a que se revelara contra la imposición de un sistema que nos era totalmente ajeno, al extremo que fueron muy, pero muy pocos, los cubanos que prefirieron quedarse, porque el resto percibió un rechazo en los nicaragüenses que miraban amenazada su vida, su hacienda y su privacidad. Por eso mismo aquello de copiar a otros pueblos terminó -como advirtió Carlos Marx, en comedia porque los ajenos fueron más privilegiados que nosotros y en tragedia porque acabamos a balazos.

Refiero aquellos episodios supuestamente, idos de los ochenta, porque decíase de Daniel Ortega que si éste llegara otra vez al poder nunca volvería a cometer los errores del pasado; en base a que lo dijeron no sé, pero francamente gallina que como huevos ni que le quemen el pico. Desgraciadamente la película, en una nueva versión, comienza a rodar. Los actores son diferentes pero el argumento y la trama es el mismo y lo único que cambia es la locación y el padrino pues si antes lo fue Fidel Castro y el émulo Cuba, hoy el padrino es Hugo Chávez y el émulo Venezuela lo que presagia escenarios que no convienen a nadie y que ya se están dando burda y vulgarmente.

A lo mejor ante ésta situación, lo que conviene al anti-frentismo es callar y dejar que los errores que afectan a la actual administración, terminen por consumar lo que abiertamente es un portal de críticas contra un Daniel Ortega incapaz de asimilar el origen de sus fracasos. Sin embargo como ya hemos dicho antes éste país ya no da para más conspiraciones, ni luchas estériles, ni enfrentamientos estructurados de ninguna especie porque simplemente no tenemos tiempo y cada año, mes, semana, día, hora, minuto, segundo que perdemos es irrecuperable y nuestro deber es señalar para que se corrija y no se repitan las locuras y estupideces del pasado.

La venezualizacion de Nicaragua no está en la retórica del discurso político de la oposición, sino que claramente está en el territorio nacional y más que en el nacional en el territorio del FSLN quien gobierna. Aquí se están no solo utilizando matices de gobierno y peculiaridades propias del mal llamado socialismo bolivariano de Hugo Chávez, sino que además están surgiendo una serie de negocios que se cocinan entre estados, que físicamente ya están aquí, que en algunos casos ya han recibido el Ok de la Asamblea Nacional, pero que se manejan con una secretividad absoluta porque se gerencian en términos de intereses privados.

Una particularidad que traída del pasado se repite en el presente es la internacionalización de Nicaragua como suceso noticioso. Gracias a eso el país salió del anonimato y en la década de los ochenta ocupamos las primeras planas de todos los periódicos del mundo. Desgraciadamente esos sitiales que la prensa de todo el planeta nos dedico no fue por causas nobles que nos enaltecieran, no fue por actos heroicos que nos enorgullecieran, no fue por meritos edificantes, sino por guerras y conflictos que literalmente nos despedazaron porque la irracionalidad nos metió en pleitos de elefantes que por supuesto nos aplastaron. No debemos en esta venezualizacion de Nicaragua pagar nacionales por extranjeros. No debemos condescender más con el extraño que con el propio porque cuando pasa se dejan muchas heridas. No debemos pensar que lo correcto es poner, a propósito de ese amor ciego de Daniel con Hugo, los huevos en una misma canasta porque mientras por un lado el orteguismo se pelea con todo el mundo en detrimento de Nicaragua, allá en la Venezuela traicionada de Bolívar, el Goribruto en cualquier momento se cae.
Mientras el dictador demente de Venezuela destruye toco lo que toca en su país, exactamente lo que Daniel hace con Nicaragua, el ámbito internacional más que ignorarlos en realidad lo que hace es verlos desprecio. No podemos pasar por alto la ensartada que le hicieron a Manuel Zelaya. Ni lo que ese club limitado del ALBA, donde todos son dictadores, le hizo a Honduras. Pero tampoco dejar de reconocer que los catrachos, que sí los tienen puestos, iniciaron el comienzo del fin de toda esa locura.

¿Qué sucederá aquí cuando Hugo Chávez caiga? En Venezuela hay un gobierno que todos los días se deslegitima más. Los malestares que surgen por aquel país inmensamente rico, pero increíblemente pobre están a flor de tierra. Mientras la resistencia nacional crece el fundamentalismo chavista se reduce. Por aquellos lados donde se nada en petróleo la pobreza es una expresión de lucha que resiente como todo ese oro negro que le es suyo sea utilizado sin medida ni control para fortalecer regímenes autoritarios fuera de sus fronteras solo para que exista un coro de chupa nalgas donde por supuesto se encuentra vergonzosamente Daniel Ortega.

El ALBA es una payasada ideológica creada por el Goribruto de Hugo Chávez para contraponerlo al Tratado de Libre Comercio de los Estados Unidos. Sin embargo eso para Nicaragua comercialmente hablando no ha significado nada aunque sí para el partido rojo y negro que en los dos últimos años hizo negocios privados por el orden de los cuatrocientos millones de dólares anuales comprando hoteles, estaciones de televisión, emisoras de radio, centros comerciales, supermercados y otros.

Si Hugo Chávez cae Daniel se va. Se le habría acabado el financiamiento para cubrir los honorarios de tantos sinvergüenzas que ha cambio de la paga asesinan todos los días la institucionalidad de Nicaragua. Si eso llegara a suceder la comunidad internacional dejaría que la reacción surgiera de nosotros mismos para sacudirnos a éste bárbaro que nos está dejando sin patria. La Nicaragua en original que tenemos la estamos despedazando con los problemas internos que tenemos y son muchos.

Debemos invocar a la sensatez. Debemos llamar a la reflexión sobre todas estas cosas que se hacen a nombre de una solidaridad falsa que únicamente pretende satisfacer las vanidades continentales de Hugo Chávez que busca a través de Daniel Ortega el muerto y la sangre derramada que les hace falta para usar de trampolín a Nicaragua en la guerrerita que el dictador venezolano y sus paniaguados buscan desesperadamente.

Hoy por hoy mientras Daniel Ortega se llena la boca hablando de integración centroamericana a pesar que metió las patas apoyando al tristemente célebre de Manuel Zelaya sigue sin reconocer a Porfirio Lobo el nuevo presidente de nuestra vecina del norte con la que tenemos estratégicas vinculaciones comerciales porque es en Puerto Cortez donde está la puerta de nuestras exportaciones. Hoy por hoy Daniel Ortega habla de integración centroamericana pero siempre que tiene una oportunidad a mano tensa las relaciones con nuestra vecina del sur porque no le gusta que la ley costarricense se aplique a los corruptos encabezados allá por el hermano de Robert Rivas. Habla de integración centroamericana pero se opone a que Panamá sea parte de la negociación con la Unión Europea solo porque quien regenta la presidencia en el país canalero es alguien que no cree en el ALBA.

Nicaragua es original, no tiene copia y no merece que le busquen pares de otros lados por culpa de la incapacidad de unos cuantos que aunque nacidos aquí viven hacia afuera lamiendo botas y oliendo pedorros que como profetas de la fatalidad se yerguen con el verbo de las causas perdidas. Nicaragua no tiene copia. Ella es única. Tiene su propio sello e hijos que nunca permitirán que le levanten las manos.
POR NICARAGUA CUESTE LO QUE CUESTE ASI PENSAMOS EN EL MOMENTO.

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