ROMA/AFP
La esposa de Silvio Berlusconi, Veronica Lario, acusa al jefe de gobierno italiano de "mentiras" reiteradas, lo que la llevó a pedir el divorcio en mayo, según un libro que acaba de aparecer en Italia.
El 26 de abril, Berlusconi asistió a la fiesta de cumpleaños de la joven Noemi Letizia tras decir a su esposa: "Tengo que ir a Nápoles, tengo una reunión importante mañana por la mañana muy temprano sobre los desechos", afirma Lario en el libro "Tendenza Veronica" (Tendencia Veronica).
"La enésima mentira. Para obtener un poco de respeto, me merecía más la pena pedir el divorcio", explica Veronica Lario, de 53 años, casada con "Il Cavaliere" desde 1990 y madre de tres de sus hijos, en esta edición actualizada de un libro de entrevistas con una periodista italiana publicado en 2004 por la editorial Rizzoli.
"No puedo estar condenada a ser su niñera y ya no consigo siquiera evitar que haga el ridículo ante el mundo entero. He llegado a mi límite", añade Lario, que había declarado en mayo cuando estalló el "escándalo Noemi": "No puedo seguir con un hombre que frecuenta a menores".
El jefe de gobierno lo ha desmentido en muchas ocasiones, pero nunca dio una explicación clara del origen de sus relaciones con la joven.
"Hace diez años, no estaba preparada, pero hoy puedo decirlo con la cabeza bien alta: Me separo de este hombre (...)", añade Lario.
Respecto a un acuerdo con Il Cavaliere para vivir de forma separada, afirma: "Podía seguir así durante años, pero ya no es posible".
Además del caso Noemi, Berlusconi fue golpeado por otro escándalo, el de una prostituta de lujo, Patrizia d'Addario, que dice haber pasado una noche en la residencia romana del jefe de gobierno y haber sido pagada por un empresario inculpado por corrupción.
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