jueves, agosto 27, 2009

ZELAYA DOS MESES DE VIAJES...



Por: José Luis PaniaguaPANAMÁ/ACAN-EFE

El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, cumple mañana viernes, dos meses de peregrinación por el continente en busca de apoyo para su restitución en el poder que han dejado dos intentos fallidos de regreso a su país y controversias por sus palabras y actuaciones.

Desde que en la madrugada del 28 de junio militares hondureños le sacaran de la cama en pijama y lo metieran en un avión rumbo a Costa Rica, Zelaya ha viajado a lo largo y ancho de América en una campaña que le ha llevado por cumbres de presidentes y países con el propósito de cerrar el cerco al Gobierno de Roberto Micheletti, escogido por el Congreso hondureño.

La respuesta de la región ha sido unánime: todos exigen el retorno del presidente derrocado. Sin embargo, las apariciones y métodos de Zelaya no siempre han sido bien recibidas y en algunos casos han sido duramente criticadas.

ZELAYA HA PASADO GRNA PARTE DEL TIEMPO EN CA

El depuesto presidente ha pasado gran parte de su tiempo en Centroamérica.

Visitó en dos ocasiones El Salvador y Costa Rica, y en una oportunidad viajó a Guatemala y Panamá, en este último caso para asistir a la investidura de Ricardo Martinelli cuando su derrocamiento aún se contaba por horas.

En Nicaragua ha establecido su centro de operaciones y desde allí ha intentado ejecutar el último intento fallido de regreso, organizar su "ejercito popular pacífico" y manejar la resistencia contra el Gobierno de Micheletti recibiendo a seguidores y simpatizantes.

EN NICARAGUA SU ESTADÍA HA PROVOCADO “AMPOLLAS” ENTRE LA OPOSICIÓN

Este proceder ha levantado ampollas entre la oposición nicaragüense, hasta el punto de que un grupo parlamentario presentó en la Asamblea Nacional una iniciativa para expulsar a Zelaya, poco después del fracasado regreso a Honduras a finales de julio.

También el ex militar sandinista Víctor Boitano Coleman presentó ante la Fiscalía General de Nicaragua una demanda contra Zelaya y el presidente del país, Daniel Ortega, por hacer y permitir la violación de la frontera terrestre nacional y por llamar a la insurrección, entre otros delitos.

La controversia también viajó con el presidente hondureño a tierras aztecas, donde unas palabras suyas durante un homenaje en el Teatro Ciudad de México fueron interpretadas como un apoyo a la legitimidad presidencial del ex candidato Andrés Manuel López Obrador.

En su intervención, Zelaya dijo que "en estos países hay veces que es mejor sentirse presidente que serlo, y eso se lo digo a López Obrador que está escuchándome", ante un auditorio que aplaudió sus declaraciones.

Al día siguiente la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana daba por zanjada la controversia con un comunicado en el que aseguraba que el presidente hondureño había negado haber expresado su apoyo a López Obrador, quien se considera el presidente legítimo de México.

La Cancillería mexicana dijo que Zelaya, además, había agradecido la acogida en el país, lo que retribuyó con el reconocimiento de "sus gestiones para aclarar estas afirmaciones" sobre López Obrador y la reiteración del apoyo del Gobierno de Felipe Calderón a su regreso al poder.

SOMBRERO DE ZELAYA SE ASOCIA CON SU IMAGEN

En México, el presidente hondureño también desveló que el habitual sombrero que porta y que se asocia indisolublemente a su imagen, no ha sido el suyo en los últimos dos meses, sino otro que adquirió en Nicaragua tras ser expulsado sin él de Tegucigalpa.

En la otra cara de estos dos meses y con el nuevo sombrero, el presidente hondureño recibió el abrigo en Ecuador durante las celebraciones públicas por la investidura de Rafael Correa, de los presidentes de Cuba, Raúl Castro, y de Venezuela, Hugo Chávez.

RECIBIÓ EL APOYO DE VARIOS PRESIDENTES

También le respaldaron los presientes de Chile, Michelle Bachelet, Perú, Alan García, y Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, y ha sido reconocido de forma reiterada como único gobernante de Honduras por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, al que sin embargo Zelaya acusó de "tibieza" con los golpistas.

Tras el fracaso de una reciente misión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) la situación en Honduras se ha empantanado y Zelaya parece resignado a no volver a intentar regresar a su país.

"Mi presencia sería (peligrosa por) una amenaza que me han hecho ellos a mí de eliminarme, de asesinarme en territorio nacional", había adelantado Zelaya el pasado 13 de agosto en Chile al descartar por el momento un nuevo intento de regreso.

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