* Padre e hijo iniciaron el retorno a Estados Unidos desde Rio de Janeiro
RIO DE JANEIRO/AFP
Un niño estadounidense de nueve años fue devuelto este jueves a su padre y ambos iniciaron el retorno a Estados Unidos desde Rio de Janeiro, cerrando así una amarga disputa judicial con la familia brasileña por su custodia, constató en el lugar una periodista de AFP.
Sean Goldman ingresó caminando al consulado de Estados Unidos en Rio de Janeiro acompañado por familiares brasileños, mientras que su padre, el estadounidense David Goldman, aguardaba en el interior de la sede el cumplimiento de la orden de restitución emitida el martes por la suprema corte de Brasil.
El niño no habló a su llegada a la sede consular, pero como forma de mensaje vestía una camiseta de la selección brasileña de fútbol. La llegada de Sean y su padrastro brasileño provocó un enorme tumulto entre la multitud de reporteros, situación que visiblemente asustó al pequeño.
El legislador estadounidense Chris Smith, quien viajó a Rio de Janeiro para auxiliar a Goldman, dijo a AFP que el reencuentro de padre e hijo fue "muy cálido, muy emocional".
Alrededor de una hora después del reencuentro entre padre e hijo, un cortejo con escolta policial abandonó el consulado rumbo al aeropuerto internacional de Rio de Janeiro, donde ambos embarcaron en una aeronave fletada por una red estadounidense de televisión.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, dijo en un comunicado que está "encantada de que Sean Goldman de nueve años se reencontrara con su padre David Goldman hoy (jueves) en Rio de Janeiro y de que esté volando a casa en Nueva Jersey", dijo Clinton en un comunicado.
La jefa de la diplomacia estadounidense saludó además que padre e hijo "celebrarán sus primeras navidades juntos en cinco años".
La abuela materna del niño, la brasileña Silvana Bianchi, pretendía ser incluida en ese vuelo a Estados Unidos para reducir el impacto emocional de la transferencia, pero su presencia en el avión fue vetada por el gobierno estadounidense, según su abogado.
"Hicimos de todo para que la abuela materna pueda viajar con Sean, pero el gobierno estadounidense vetó la idea. El gobierno brasileño aceptó ese veto", dijo el abogado de la familia brasileña, Sergio Tostes.
Sin esconder su decepción, Bianchi deseó "Feliz Navidad, Gilmar Mendes", en referencia al presidente del Supremo Tribunal Federal brasileño, quien emitió el martes la orden de restitución de Sean a su padre biológico.
La entrega del niño Sean a su padre frente al Consulado fue motivo de una agria polémica.
Familiares brasileños dijeron a la prensa que las autoridades consulares vetaron el ingreso de un automóvil al edificio, forzando al niño a atravesar una multitud de reporteros. El legislador Smith, sin embargo, afirmó que la familia deliberadamente prefirió esa opción.
"Fue muy cruel, un golpe teatral", dijo el congresista.
Sean es hijo de Goldman y la empresaria brasileña Bruna Bianchi y nació en Estados Unidos en 2000. En 2004 su madre lo llevó a Brasil y entonces comunicó a su marido en Nueva Jersey que quería el divorcio; luego la mujer volvió a casarse pero falleció en 2008 al dar a luz una niña.
Goldman reclamó la custodia de Sean, pero entonces se inició la disputa legal con la familia de Bianchi.
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