El Universal
Jueves 17 de diciembre de 2009
Por su vasto legado, con influencia en el mundo literario, así como por haber creado una “obra magna”, la escritora belga-francesa Marguerite Yourcenar, quien murió el 17 de diciembre de 1987, es considerada una de las autoras que merecían el Premio Nobel de Literatura, pero nunca lo recibió
Por su vasto legado, con influencia en el mundo literario, así como por haber creado una “obra magna”, la escritora belga-francesa Marguerite Yourcenar, quien murió el 17 de diciembre de 1987, es considerada una de las autoras que merecían el Premio Nobel de Literatura, pero nunca lo recibió.
En un artículo publicado a propósito de la entrega del galardón a la rumano-alemana Herta Muller, el 10 de diciembre pasado, en El Universal, se menciona que la autora de Memorias de Adriano tenía todos los requisitos para merecer el Nobel.
Se indica que cumplía con los requisitos que de manera general estableció Alfred Nobel para otorgar el premio, como también los tuvieron autores de la talla de León Tolstoi, Marcel Proust, James Joyce, Robert Musil, Virginia Woolf y Jorge Luis Borges, a quienes se les escatimó.
Dueña de un refinamiento exquisito, la escritora Marguerite Yourcenar plasmó en sus obras como El jardín de las quimeras y Memorias de Adriano sus amplios conocimientos sobre las civilizaciones antiguas y su afán por explicar las motivaciones humanas.
Marguerite Antoinette Jeanne Marie Ghislaine de Crayencour, su nombre real, nació el 8 de junio de 1903 en Bruselas, Bélgica y abandonó su linaje aristocrático para convertirse en Marguerite Yourcenar, seudónimo anagramático que sería su nombre oficial a partir de 1947.
Hija de padre francés y madre belga -quien días después del alumbramiento falleció a consecuencia de una fiebre puerperal-, adoptó la nacionalidad estadunidense en 1947, aunque su prolífica producción fue escrita en idioma galo.
Cursó estudios universitarios, especializándose en cultura clásica, y empezó a publicar diez años antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, aunque con escaso éxito.
De acuerdo con sus biógrafos, la poeta, novelista, dramaturga y traductora publicó su primera novela, El jardín de las quimeras en 1921 cuando sólo tenía 17 años. En ella pone de manifiesto su refinamiento como escritora e interés por reinterpretar los mitos griegos para adaptarlos al mundo moderno.
Un año después salió a la luz su colección de poemas Los dioses no han muerto, a la que siguió la novela Alexis o el tratado del combate estéril , la cual relata las opiniones de una artista que intenta consagrar su vida a su obra, pero tropieza con la oposición de su familia.
Su primer viaje a Italia inspiró su novela Denier de reve, en 1934, en la que establece la diferencia entre el sueño y la realidad.
En 1934 Yourcenar conoció a la estadunidense Grace Frick, con quien entabló una profunda relación. Al estallar la Segunda Guerra Mundial se trasladó de manera definitiva a Estados Unidos, donde dio clases de Literatura Comparada en el Sarah Lawrence College.
Realizó la traducción al francés de Las alas, de Virginia Woolf, en 1937, y Lo que Maisie sabía , del escritor Henry James.
Su obra Zeno de brujas obtuvo el premio Fémina en 1968. Aunque la crítica consideró a Memorias de Adriano (1951) como su mejor obra.
Otra novela histórica fue Opus Nigrum de 1968, que narra la vida de un médico imaginario.
En 1971 publicó Teatro, que incluye sus obras teatrales en dos volúmenes. También escribió biografías sobre su primera vida familiar en Mishima o la visión del vacío en 1981 y Les Yeux ouverts: entretiens avec Matthieu Galey en 1980.
Para la crítica, el estilo literario de Yourcenar se transforma en cada una de sus creaciones, aceptando siempre nuevas retos como escritura. Sus textos reflejan su conocimiento de las civilizaciones antiguas y afán por comprender las cosas que llevan a la motivación humana.
En 1980 Yourcenar se convirtió en la primera mujer que ingresó a la Academia Francesa y en 1986 fue galardonada con la Legión de Honor de Francia, por su aporte a la cultura gala.
Durante los últimos años de su vida, viajó acompañada de Jerry Wilson, un joven americano de 30 años, sin embargo, cuando él murió, víctima del Sida, a ella no le quedaron fuerzas para continuar sola por más tiempo.
La escritura de Yourcenar refleja el viaje de la escritura más allá de tiempo y espacio.
Marguerite Yourcenar murió el 17 de diciembre de 1987, en Mount Desert Island, en el estado de Maine, Estados Unidos. En su juventud había escrito: Soledad no creo como ellos. No vivo como ellos. No amo como ellos y moriré como ellos. (Notimex)
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario