"Si Ortega no se ha dado cuenta que se ha convertido en una caricatura grotesca de Somoza, nosotros estamos en la obligación de hacérselo saber", alerta el columnista Porfirio Lobo "es más legítimo que Ortega"
"Si Ortega no se ha dado cuenta que se ha convertido en una caricatura grotesca de Somoza, nosotros estamos en la obligación de hacérselo saber", alerta el columnista
11.12.09 - Actualizado: 11.12.09 09:49am - Tomado de Nicaragua Hoy: redaccion@elheraldo.hn
Managua, Nicaragua
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Porfirio Lobo Sosa "es más legítimo que (Daniel) Ortega" por sus credenciales obtenidas en las elecciones del 29 de noviembre, afirma en la columna de opinión de diario Nicaragua Hoy, el ex comandante de la "Resistencia Nicaragüense", Guillermo Miranda Martínez.
"Los números obtenidos por el opositor Porfirio Lobo fueron apabullantes: 57 por ciento de la votación y más de un millón de votos sobre su más cercano competidor (el oficialista del partido liberal)", Elvin Santos, expone Miranda Martínez.
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El columnista detalla que Ortega "tendrá que vivir con la realidad que Porfirio Lobo es más legítimo que él y que jamás podrá superar sus credenciales".
"Lobo es más legítimo que Ortega"
Las elecciones celebradas en Honduras el pasado noviembre estuvieron rodeadas por toda clase de controversias. En ellas se involucraron la OEA, la Unión Europea, los norteamericanos, la izquierda moderada y la más recalcitrante —representada por Chávez—, Costa Rica con su plan Arias y por supuesto Nicaragua brindándole un apoyo directo al depuesto presidente Zelaya. En todo ese mar de intereses políticos, los hondureños se mantuvieron firmes reclamando respeto a su Constitución y a las decisiones tomadas por los diferentes poderes de su Estado.
Así llegaron al 29 de noviembre, día de la elección, con candidatos que habían sido previamente escogidos por sus respectivos partidos con la presencia de la OEA como observador y avalados por el entonces presidente Zelaya. El resultado obtenido dejó un ganador indiscutible por la transparencia del proceso, así como por el apoyo masivo brindado por el pueblo hondureño al escrutinio. La cantidad de ciudadanos que salieron a votar fue la mayor registrada en más de 28 años de ejercicio democrático en ese país, sobrepasando en casi medio millón a los que acudieron a las urnas cuando Zelaya fue electo.
Los números obtenidos por el opositor Porfirio Lobo fueron apabullantes: 57 por ciento de la votación y más de un millón de votos sobre su más cercano competidor (el oficialista del partido liberal). Esos son los datos que están haciendo cambiar de opinión a países que respetan las reglas de la democracia, no así a los que se valen de ella para satisfacer sus particulares intereses. Para desgracia nuestra, en ese último grupo se encuentra el presidente Ortega, quien sin reparo alguno ha declarado que no reconocerá al gobierno del presidente Lobo; sin meditar en las consecuencias para Nicaragua, de esa decisión ordenada por su mecenas Hugo Chávez.
Amigos que asistieron como observadores a las elecciones hondureñas me comentaron de las providencias que está tomando el equipo del presidente electo en el caso que Ortega cumpla su amenaza. Puedo asegurarles que las consecuencias para nuestro país serán catastróficas, ya que afectarán nuestra maltrecha economía en todos sus rubros. Las preguntas que los nicaragüenses nos debemos hacer es: ¿Por qué? Ortega se niega a reconocer la legitimidad de Porfirio Lobo como presidente electo, si sus credenciales son infinitamente superiores a las de él. ¿Por qué Ortega se empecina en hacer pagar a Lobo por lo sucedido a Zelaya, cuando éste no tuvo nada que ver con esos sucesos por su condición de candidato de la oposición? ¿Hasta cuándo nuestro pueblo tendrá que seguir pagando las consecuencias de los sueños napoleónicos de Chávez?
Si Ortega no se ha dado cuenta que se ha convertido en una caricatura grotesca de Somoza, nosotros estamos en la obligación de hacérselo saber. Sigamos exigiendo conocer dónde está nuestro voto, no permitamos que traslade al pueblo las consecuencias de sus intransigencias y demostrémosle que no le tenemos miedo, como lo hicimos en esa majestuosa marcha del pasado 21 de noviembre. En el 2010 tenemos que seguir construyendo la unidad de toda la oposición. Pidámosle a Dios la sabiduría para reconocer a quien o quienes habrán de conducirnos a lograr el sueño de Pedro Joaquín Chamorro.
En cuanto al presidente Ortega, éste tendrá que vivir con la realidad que Porfirio Lobo es más legítimo que él y que jamás podrá superar sus credenciales, sencillamente porque nuestra Constitución no se lo permite hoy y no se lo permitirá mañana. Deseo Feliz Navidad y un mejor Año Nuevo a todos los nicaragüenses, dentro y fuera de nuestras fronteras.
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