LA DIGNIDAD DE UN PADRE

Una adolescente de quince años y de muy buen ver va con su mamá y le dice que desde hace un par de meses no tiene el período.

Preocupadísima, la mamá compra en la farmacia una prueba de embarazo y el resultado de la prueba es ¡POSITIVO!
Gritos, madrizas, lamentos, lágrimas, indignación.......
¿Quién fue el cerdo?, ¡anda dime!, pues ahora le tendrás que decir a tu padre, lo único que has logrado es comprometerlo, etc. etc. etc.

La chica, cuando queda sola, agarra el teléfono y hace una llamada.
Media hora después se para en frente de la casa un Ferrari último modelo color rojo, sale un tipo maduro y distinguido, de pelo entrecano, vestido impecablemente con un elegante traje Hugo Boss carísimo.

Toma asiento en la sala ante el furioso padre, la madre y la hija llorando: Buenos días, dice el distinguido individuo.

Su hija me ha informado del problema. Sin embargo, yo no puedo casarme con ella porque tengo otra situación familiar, aunque por supuesto me haré cargo de la manutención.
Si nace una niña, el legado será 3 tiendas, 2 apartamentos, un chalet en la playa y una cuenta de $500 mil dólares.
Si nace un niño, el legado será un par de fábricas y una casa, además de los $500 mil dólares.
Y si nacen gemelos, una fábrica y $ 400 mil USD para cada uno. En cambio, si pierde el embarazo...
En este punto el padre, que había permanecido callado todo el tiempo, se levanta, apoya una mano en el hombro y le dice:

HOMBRE, NO TE PREOCUPES, ¡TE LA COJES DE NUEVO!


Sergio Raúl