Amparo Aguilera
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El embajador de Estados Unidos en Nicaragua, Paul Trivelli, reiteró ayer que con incidentes como el embargo preventivo que enfrenta la empresa Esso Standard Oil “se pone en duda el buen clima de inversión en Nicaragua”.
Manifestó, además, que el embargo, sin duda, es para persuadir a la Esso para que acepte petróleo venezolano.
“El Gobierno ha dicho públicamente que este incidente se relaciona con su deseo de persuadir a la Esso a que acepte ese producto, no hay duda sobre eso”, destacó el embajador norteamericano.
La página web de la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba) indicó en una nota informativa, que “con la victoria electoral de Ortega llegó a Nicaragua la promesa de 10 millones de barriles anuales de PDVSA”, la petrolera estatal venezolana.
“El suministro resolvería la crisis energética que vive el país y abarataría los costos. También terminaría con las cuatro décadas de monopolio de la Esso”, dice la nota.
Sostiene, además, que “PDVSA ya ha firmado un acuerdo para invertir más de 2 mil 500 millones de dólares en la construcción de una refinería, pero el proyecto tomará al menos cinco años en concretarse. Su capacidad, en teoría, quintuplicaría a la de la Esso y convertiría al país en un exportador de productos petroleros”.
Hasta anoche Alfredo Fernández, ejecutivo de la Esso, desconocía si el petróleo venezolano estaba de por medio en el embargo.
El sábado pasado la Dirección de Aduanas (DGA) embargó las instalaciones de la petrolera en Corinto, Chinandega, aduciendo que le adeuda 54 millones de córdobas por importación de petróleo no declarado desde hace seis meses.
Juristas independientes han concordado sin embargo que el embargo descrito no siguió el procedimiento de ley, ya que la DGA no le notificó a la Esso de la acción, no quedó el bien en manos de los dueños y se lo pasó a terceros, para descargar en el plantel de combustible descrito, el petróleo venezolano.
El artículo 902 del Código de Procedimiento Civil establece que “será nombrado depositario de los bienes embargados preventivamente, el propietario de ellos, el que los tuviere en posesión o el dueño del lugar en donde se encontraren...”
Fuentes ligadas al Gobierno y al sector empresarial, por otro lado, han coincidido en que el tema de fondo del embargo es el petróleo de Venezuela, que el Ejecutivo quiere que refine la Esso.
El presidente ejecutivo de la Empresa Portuaria Nacional (EPN), Virgilio Silva, admitió que a finales de la semana pasada llegó a Corinto un barco con petróleo venezolano, pero indicó que éste descargó en los tanques de Petronic, no en los de la Esso.
Mencionó que de momento no manejan que venga otro barco con crudo venezolano al puerto, a la vez que recalcó que como EPN no tienen nada que ver con el embargo de la Esso.
Trivelli enfatizó: “Esta semana pasó algo que puso seriamente en duda el buen clima de inversión en el país. No hablo sólo de la Esso, sino de los muchos otros posibles inversionistas que vieron con horror cómo el Gobierno se apoderó de una instalación privada, y según el vocero de la compañía, personas desconocidas empezaron a hacer trabajos de soldadura en la planta de combustibles”.
“Tal vez Esso, por su madurez y estabilidad como compañía grande, puede aguantar este trato, pero ¿qué opinaría un inversionista pequeño, tal vez pensando en construir un hotel turístico en Corinto, en Matagalpa, Rivas o Managua?”, se preguntó el embajador.
En ese sentido reiteró que “es importante que se le regresen las instalaciones (ubicadas en Corinto) a la Esso lo más pronto posible, porque recuerden ustedes que no hay reducción de pobreza sin oportunidades económicas, y no hay oportunidades económicas sin inversión. Y no hay inversión sin un Estado de Derecho y de respeto para la propiedad”, enfatizó.
Trivelli también recordó que “día tras día el Gobierno de Estados Unidos demuestra el compromiso que tiene con Nicaragua, (pues) queremos que haya inversión y que el Cafta funcione”.
Las negociaciones entre la empresa Esso Standard Oil y el Gobierno, no obstante, siguen sin mostrar avances.
Alfredo Fernández, representante de Relaciones Públicas a nivel internacional de la petrolera, confirmó que no se les han devuelto las instalaciones.
“Seguimos solicitando al ministro de Energía y Minas (Emilio Rappaccioli) que ponga sus buenos oficios para que se nos restituyan las instalaciones”, dijo Fernández.
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