lunes, julio 09, 2007

EL TROMPUDO ORTEGA SIN ATERRIZAR



Douglas Carcache

Los allegados a Daniel Ortega, que han acusado a ciertos medios de comunicación de Nicaragua de sostener una “campaña” negativa en contra del presidente sandinista, pueden darse cuenta ahora cómo la percepción que tuvieron de él reporteros de México coincide con los enfoques de periodistas nicaragüenses.

La crónica que publicó el periódico Nuevo Excelsior, sobre la visita de Ortega a la capital mexicana hace días, muestra con claridad a un presidente nicaragüense más interesado en repetir el discurso del dictador venezolano Hugo Chávez que en buscar respuestas a problemas concretos de Nicaragua.

En sus exposiciones Ortega se empecinó en atacar a los países ricos, al imperio del Norte y al tratado de libre comercio entre Estados Unidos y Centroamérica (Cafta) y también habló de la miseria en África, tal como explica en su nota la periodista mexicana Ivonne Melgar.

¿Y sobre las relaciones económicas entre México y Nicaragua, para sacar adelante a esta nación? Relata la periodista que el Presidente mexicano Felipe Calderón anunció que su país financiará la construcción de tres carreteras nicaragüenses, pero Ortega ni siquiera le agradeció.

Luego Calderón le pidió que Nicaragua se mantenga como miembro activo del Plan Puebla Panamá (PPP) y Ortega lo ignoró, no le dio ninguna respuesta.
Si en esas dos escenas el personaje hubiera sido Hugo Chávez, en vez de Calderón, habríamos visto una actitud de Ortega distinta por completo.

Habría aplaudido hasta el cansancio el ofrecimiento de las tres carreteras, además de ponerlas como ejemplo de la solidaridad internacional.

Chávez no le habría pedido estar activo en el Plan Puebla Panamá, sino retirarse de él y dedicarse sólo a la Alianza Bolivariana (Alba) y Ortega sin titubear le diría que sí o ya le dijo que sí, porque se negó a asistir a la cumbre de mandatarios que hubo este año para discutir los nuevos proyectos del PPP.

Después de oír la diatriba de Ortega contra las naciones poderosas que hacen daño a las pobres, el Nuevo Excelsior describe al presidente nicaragüense como “el aliado centroamericano número uno de Hugo Chávez, a quien rendía homenaje con la generosidad de su verbo”.

¿Por qué Ortega le haría ese desaire a Calderón? Aparte de pisotear las normas protocolarias, fue una actitud de prepotencia sólo concebible en un dictador. Es probable que su cercanía con Chávez, le haga creer a Ortega que tiene el mismo poder que los petrodólares le han dado al gobernante de Venezuela.

¿O es que lo escrito en ese periódico mexicano es parte de una conspiración informativa contra el gobernante sandinista? No lo creo.

Muestra lo que Ortega transmite y la percepción que deja a su paso, en su cruzada contra “el imperialismo” como lancero de Chávez.

Si Ortega consigue acabar con el tratado de libre comercio entre Nicaragua y Estados Unidos, como se ha propuesto y reiteró en México, las consecuencias las empezaremos a sufrir los más de cinco millones de nicaragüenses en la medida que se vayan las empresas exportadoras, o ninguna nueva llegue.

El gobernante sandinista parece volar hoy por encima de las nubes, alentado por el poder económico de Chávez. Cuando aterrice, la economía de Nicaragua podría estar otra vez en declive.

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