RCTV VUELVE AL AIRE

RCTV vuelve al aire

Radio Caracas Televisión (RCTV), la estación televisora de Venezuela que dejó de transmitir desde el 27 de mayo pasado, debido a que el gobierno del teniente coronel Hugo Chávez la clausuró, prácticamente, al negarse a renovarle la licencia de transmisión, vuelve a salir al aire a partir de hoy 16 de julio, aunque sólo por medio del sistema de cable.

Pero, ¿qué importancia tiene esta noticia para Nicaragua? se podrán preguntar algunas personas. Pues sí la tiene, y mucha, porque en Nicaragua podría ocurrir lo mismo que en Venezuela. Es decir, que aquí también podría ser cerrado algún canal de televisión o cualquier otro medio de información que no se someta al poder político autoritario. Como es bien sabido, el presidente Ortega, de Nicaragua, se identifica plenamente con el dictador de Venezuela, Hugo Chávez. Ambos están comprometidos con el mismo proyecto de imponer el llamado socialismo del siglo XXI, el cual por su propia naturaleza autoritaria es incompatible con la libertad de expresión y de información.

Cabe recordar al respecto que el presidente Daniel Ortega viajó a Venezuela, inmediatamente después de que fue cancelada la licencia de transmisión de RCTV, a fin de respaldar esa decisión autoritaria del gobernante venezolano. Inclusive, en aquella ocasión el presidente Ortega aseguró que si él hubiese estado en el lugar de Hugo Chávez, no habría esperado a que expirara la licencia de transmisión de RCTV para negarse a renovarla, sino que desde mucho antes hubiera confiscado esa empresa de comunicación. Además, Ortega insultó —con sus acostumbradas expresiones ofensivas e intolerantes contra todos los que no piensan como él—, a los venezolanos que de manera multitudinaria protestaban contra el cierre de RCTV, razón por la cual el mandatario nicaragüense fue acusado por intervencionista ante organismos jurídicos de América Latina.

De manera que este caso está estrechamente relacionado con la situación actual de Nicaragua y la tentativa de Daniel Ortega de imponer nuevamente un régimen autoritario. Y debería motivar a los diputados democráticos que forman parte de la Asamblea Nacional, a aprobar cuanto antes la Ley para Fortalecer la Libertad de Prensa, recientemente presentada en el Parlamento, a fin de impedir que el gobierno de Ortega haga contra algún canal de televisión u otro tipo de medio de comunicación nicaragüense, lo que hizo Chávez contra RCTV.

Voceros y partidarios de Hugo Chávez aseguran que el hecho de que RCTV vuelva a transmitir a partir de hoy por medio del cable, demuestra que el gobierno venezolano no está contra la libertad de expresión y de prensa. Según ellos, lo que pasó fue simplemente que el presidente Chávez tomó una decisión administrativa respecto a la distribución y el uso del espectro radioeléctrico de Venezuela, ya que se necesitaba la señal del Canal 2 que era usada por la estación privada RCTV, para operar la primera televisora pública venezolana que es la denominada TVes.

Pero fue el mismo presidente Chávez quien dijo que no renovaría la licencia de operación de RCTV por razones políticas, pues era una “televisora golpista” a la que acusó de haber respaldado el frustrado golpe de Estado contra el gobierno chavista en abril del 2002. Sin embargo, ahora lo más importante es que RCTV está de nuevo en el aire, sin claudicar ante el régimen de Hugo Chávez, por el momento sólo en el cable pero con la convicción de sus propietarios y trabajadores de que más temprano que tarde, cuando se derrumbe la dictadura chavista, podrá volver a transmitir por medio del sistema de televisión abierta que está más al alcance de todo el pueblo venezolano.

Es importante mencionar, finalmente, que a la gubernamental TVes que se transmite ahora por el Canal 2 de Venezuela que usó RCTV durante 53 años, sólo la ve el 8 por ciento de la teleaudiencia. Es que Chávez no puede obligar a los venezolanos a mirar los programas aburridos y alienantes de la televisión oficialista. La gente, lo mismo en Venezuela que en Nicaragua y en todas partes del mundo, necesita y quiere la diversidad de medios y el pluralismo informativo. Y no renuncia de ninguna manera al derecho y la libertad de expresión y de información que tanto le ha costado conquistarlos.