sábado, septiembre 05, 2009

CON CHÁVEZ Y CONTRA EL CHAVISMO. (Editorial La Prensa Ni. 050909)

No es un contrasentido. Se trata de que, por un lado, el Gobierno de Estados Unidos se ha alineado de hecho con Hugo Chávez, Fidel Castro, Daniel Ortega y los demás gobernantes autoritarios de América Latina que lideran la conjura multiforme para derrocar al gobierno provisional democrático de Honduras, el cual le ha propinado al Alba su primera gran derrota estratégica en América Latina y el Caribe. Mientras que por otra parte, multitudes de personas democráticas de diversas partes del mundo se movilizaron ayer, inclusive en Nicaragua a pesar del clima de temor impuesto por la cruda represión de las turbas orteguistas, en contra de Hugo Chávez y en defensa de la libertad y la democracia, una lucha a la que Estados Unidos o mejor dicho sus gobernantes, parecen haber renunciado.

“Estamos cansados de que el presidente (Hugo) Chávez nos insulte, insulte a Latinoamérica y al mundo, y nos trate de imponer a punta de mentiras, de miedo y de mala educación, su revolución anacrónica y delirante”, se dice en la convocatoria que hizo un grupo de personas colombianas, por medio de las redes sociales electrónicas Facebook y Twiter. En virtud de esta convocatoria que fue enmarcada en el lema “No más Chávez”, se movilizaron ayer en distintas formas, muchísimas personas en por lo menos 80 ciudades de más de treinta países.

Según se ha informado, la iniciativa de esta movilización internacional contra el dictador venezolano, “nació de la indignación de cuatro grupos de jóvenes tras las declaraciones que Chávez hizo el pasado 23 de agosto en su programa dominical Aló, Presidente, en las que acusaba a los colombianos de ser “traidores” y los invitaba a sumarse a su “doctrina bolivariana”. Pero eso es lo anecdótico y formal. Lo histórico y esencial es que ha sido una manifestación internacional de repudio al régimen, a las políticas y a la persona de Hugo Chávez, el caudillo autoritario y militarista venezolano. Chávez es el personaje más venerado por las izquierdas extremistas de todo el mundo, pero al mismo tiempo es el individuo más odiado y despreciado por quienes en Venezuela, en Nicaragua, en Honduras y en todas partes de las Américas y del mundo, quieren vivir en libertad, gobernarse en democracia, trabajar y prosperar en un sistema económico de libre mercado, ampararse en el Estado de Derecho y disfrutar un ambiente de respeto a los derechos humanos y de justicia social.

Dicho con otras palabras, el filo de la manifestación internacional de ayer fue dirigido particularmente contra Chávez y el régimen político perverso que él representa y encabeza. Pero ha sido también una movilización democrática contra la tiranía comunista de los hermanos Castro en Cuba, contra Daniel Ortega y su pretensión de restaurar la dictadura y perpetuarse en el poder en Nicaragua, contra los regímenes autoritarios de Evo Morales en Bolivia y de Rafael Correa en Ecuador, y contra todos los nuevos gorilas que quieren destruir la democracia, abolir la libertad, arruinar las economías nacionales e imponer para siempre un régimen totalitario.

Además, la manifestación democrática internacional de ayer, aunque no se dijera explícitamente fue también una demostración de repudio a los gobernantes de Estados Unidos, los cuales, por razones que sólo ellos conocen y entienden, están traicionando a la causa de la libertad y la democracia que fueron sus valores y principios emblemáticos pero que los han omitido, para ubicarse en el lado de los enemigos y en contra de sus amigos. ¿Acaso no es eso alcahuetear a la dictadura comunista de Cuba mientras se imponen duros castigos económicos y políticos al gobierno provisional democrático de Honduras?

Sin duda que Estados Unidos tiene muchas cosas de que enorgullecerse. Por ejemplo, de su sistema de vida libre y democrática, de su rica economía que sigue siendo la principal del mundo a pesar de las crisis del capitalismo y los errores de las administraciones estadounidenses. También de su aporte a la liberación de los pueblos europeos que cayeron bajo el yugo nazi y fascista. etc. Pero igualmente tiene mucho de qué avergonzarse, tanto en sus políticas internas como en sus acciones internacionales. Y en este ámbito, los injustificables e inexplicables castigos contra Honduras, un pequeño pero admirable país que ha derrotado al chavismo y contenido su afán expansionista en América Central, es una acción vergonzosa de la que Estados Unidos tendrá que arrepentirse en el futuro. Algún día no muy lejano lo podremos ver.

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