sábado, septiembre 26, 2009

JUANES SI CANTÓ POR LA PAZ...

El Concierto Paz sin Fronteras, realizado por Juanes y otros cantantes latinoamericanos, españoles y cubanos, el domingo 20 de septiembre en la Plaza de la Revolución de La Habana, Cuba, no defraudó a quienes albergaban la esperanza de que el popular artista colombiano residente en Miami no iba a rendir pleitesía a la tiranía comunista de Fidel y Raúl Castro, y que le cantaría a la libertad.

En el evento de La Habana no participaron algunas deslumbrantes estrellas musicales que sí se presentaron en el primer Concierto Paz sin Fronteras, que se celebró el domingo 16 de marzo de 2008 en la ciudad colombiana de Cúcuta, fronteriza con Venezuela. Nos referimos al colombiano Carlos Vives, al dominicano Juan Luis Guerra, al venezolano Ricardo Montaner y al español Alejandro Sanz. Pero en todo caso fue un concierto muy lucido, el de La Habana, pues además del mismo Juanes participó también el español Miguel Bosé y se sumó la dominicana Olga Tañón. De manera que Juanes, Bosé y Tañón integraron un espectacular trío que cantó por la libertad de Cuba, en la misma Plaza de la Revolución de La Habana donde los hermanos Castro suelen hacer sus aplastantes demostraciones del poder comunista totalitario.

Ya en el primer concierto internacional de Juanes, celebrado en Cúcuta, Miguel Bosé había expresado que “el mundo entero se ha liberado y aborrece de las epidemias que representan las dictaduras, los odios y las xenofobias”. De manera que siguiendo el curso de esa misma línea, en La Habana, el domingo 20 de septiembre Miguel Bosé estremeció a la muchedumbre reunida en la Plaza de la Revolución con la canción Nada particular, en la que destaca el siguiente verso: “Dame una isla en medio del mar, llámala libertad. Dime que el viento no la hundirá… que vuele como una paloma en libertad”. Y como para que no quedara duda del mensaje que querían llevar a Cuba y dejarle al pueblo cubano, Juanes y Bosé cantando a dúo le expresaron a la juventud cubana, a la que en todo momento estuvieron dirigiéndose: “Es hora de cambiar”.

Pero digámoslo con palabras de Yoani Sánchez, la admirable bloguera cubana disidente del régimen comunista, quien es actualmente la voz más representativa y ética de la Cuba que quiere libertad y no pierde la fe en que un día, tal vez más pronto que tarde, la podrá alcanzar y disfrutar: “El concierto de Juanes no habrá cambiado significativamente nuestra vida —escribió Yoani Sánchez, el mismo domingo 20 de septiembre por la noche—, pero tampoco fui a la Plaza con esa ilusión. Sería injusto exigirle al joven cantante colombiano que impulse aquellos cambios que nosotros mismos no hemos logrado hacer, a pesar de desearlos tanto”.

Por otro lado, no debe haber sido por casualidad que Juanes saludó calurosamente a Silvito el Libre, o sea el hijo del afamado músico cubano que siempre le ha cantado alabanzas al régimen castrista, Silvio Rodríguez, quien también participó en el concierto de Juanes. Silvito el Libre, músico como su padre pero en el género de rap, se ha hecho famoso tanto por su ingenioso y muy gustado arte musical como porque rechaza el comunismo y ha criticado al propio padre, por su apoyo a ese régimen inhumano y liberticida.

Pero el ansia de libertad que invadió a Cuba con el concierto internacional de Juanes, pareció haber contagiado hasta al mencionado cantor comunista Silvio Rodríguez, quien de manera muy significativa escogió para su presentación del 20 de septiembre en la Plaza de la Revolución una de sus canciones más emotivas, Ojalá, en la que dice sugestivamente: “Ojalá que la aurora no dé gritos que caigan en mi espalda/ ojalá que tu nombre se le olvide a esta voz/ ojalá las paredes no retengan tu ruido de camino cansado/ ojalá que la luna pueda salir sin ti/ a tu viejo gobierno de difuntos y flores”.

Habría que agregar a este hermoso canto de Silvio Rodríguez, quien se puso a la altura del concierto libertario de Juanes en la Plaza de la Revolución de Fidel Castro, que ojalá la libertad llegue pronto a Cuba, para todos los cubanos; inclusive para aquellos que, como Silvio Rodríguez, le han cantado a los tiranos disfrazados de redentores que sustituyeron una dictadura con la esclavitud totalitaria. Pues tal vez en su fuero interno esos cantores odian a los verdugos y sueñan también con la bendita libertad. Ojalá.

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