martes, enero 19, 2010

HONDUREÑOS VOTARON EN EL EXTERIOR, NOSOTROS NO.


Por Nicolás López Maltez,Director de La Estrella de Nicaragua
nicolas@estrelladeni-caragua.com.

EXTERIOR

Hondureños votaron en el exterior, los nicas no.

Lo que el pueblo de Nicaragua no ha logrado en 30 años, el pueblo hondureño lo conquistó y ejerció en sola-mente cinco (5) meses: que sus ciudadanos residentes en el exterior tuvieran el respetado derecho de votar para elegir a sus gobernantes.

En el exilio tenemos la in-variable tendencia de culpar solamente al régimen sandinista, o al de Ortega, por el secuestro de derecho al voto en el exterior.
Pero es imposible olvidar o cerrar los ojos y las mentes a la negación sistemática que durante 16 años perpetraron los llamados gobiernos democráticos desde 1990 hasta el 2006.

Fueron tres gobiernos supuestamente amigos y siempre beneficiados por los exiliados, los que cerraron testaruda-mente la puerta del derecho al voto nicaragüense en el exterior, convirtiendo a un millón de personas en ciudadanos de segunda clase.

Que los regímenes sandinista u orteguista nos nieguen y secuestren el derecho al voto en el exterior, tiene sentido lógico, pues son claramente los adversarios; pero que tres gobiernos supuestamente aliados no hayan sido capaces de cumplir con la Constitución y las Leyes para implementar y garantizar el voto nicaragüense en el exterior, ha sido crudamente un crimen contra los derechos ciudadanos.
El primer golpe alevoso contra los nicas del exterior lo propinó el gobierno de Violeta Chamorro.

Aún resuena la frase lapidaria de Violeta Chamorro en su primera visita al exilio de Miami: «Regresen a trabajar, pe-ro no a reclamar; no esperen que les tengamos la mesa ser-vida».

No fue solamente ese el golpe trapero de ese gobierno, sino la aparición mágica de un personaje que se alzó con todo el poder político con el simple expediente de ser el yerno de la presidenta y pactar con los sandinistas.

Desapareció el derecho a votar en el exterior, junto con las locomotoras, vagones y los rieles del ferrocarril.

Este exilio volvió a cometer la ingenuidad de depositar nuevamente su confianza en Arnoldo Alemán y renació la esperanza de convertir a los nicas del exterior en ciudadanos con iguales derechos a los de cualquier pandillero tatuado del barrio Dimitrov; pero peor que Antonio Lacayo, la puñalada alevosa de Arnoldo enterró el derecho al voto en el exterior en un infame pacto con los sandinistas.

Cuando se postuló don Enrique Bolaños, ya no tuvimos tanto optimismo en el exilio: era el candidato de Arnoldo.

No obstante don Enrique hizo algunos intentos para la cedulación de los nicas del exterior, primer paso para el voto ciudadano, pero... se concluyó que no había suficiente dinero para financiar ese proceso.

En contraste, el gobierno golpista de Micheletti en Honduras, acosado y acorralado por EE.UU. y la orquesta de Hugo Chávez, con la OEA y la ONU en contra, sin crédito ni préstamos de las potencias, respetó el derecho de los hon-dureños a votar en todos los consulados acreditados en el mundo en solamente cinco meses.
¿Son superiores los hondureños a los nicaragüenses?

Debe plantearse una explicación, o los hondureños son magos o los nicaragüenses del exterior somos tan estúpidos que damos todo a cambio de nada. Usted escoja.

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