sábado, enero 23, 2010
LAS BOLAS PERDIDAS
Por algún lado deben estar. Hace nueve años, cuando Arnoldo era presidente con consentimiento del Frente, el folklore político nicaragüense decía que el gordito nefasto tenía bolas enormes. Imagínense, había neutralizado a Daniel, había dominado el tráfico de influencias para acumular riquezas a costa del Estado, tenía en la bolsa a los diputados y había designado como su sucesor a su Vicepresidente quien, manteniendo el Corrupciómetro ™ desconectado, iba a permitir a su jefe gobernar desde abajo, es decir, desde la Asamblea. Quién iba a decir que nueve años más tarde esas bolas iban a estar embodegadas y que Arnoldo iba a negociar con Daniel para poder salvar la guaca que había acumulado desde 1995.
Mientras tanto Daniel, con su nadadito de perro, ha ido cruzando el océano y neutralizando a la oposición; una oposición dividida porque todos sus líderes quieren ser los nuevos Arnoldos, pero sin tener la misma malicia, egocentrismo y falta de conciencia. Tristemente hay que aceptar que la oposición no tiene bolas; las perdió en el momento en que dejó hablar a Arnoldo. Tristemente hay que aceptar que sin bolas la oposición está condenada a convivir con un Ortegusimo que cada día que pasa se convierte en un espejo del Arnoldismo, pero sin su sentido de humor...DIVIÉRTETE LEYENDO ESTA HISTORIA
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario