jueves, enero 21, 2010

LA UNIDAD, ¿CUÁL UNIDAD??? JOAQUÍN ABSALÓN PASTORA

En varias ocasiones he percibido el sueño de la unidad entre el liberalismo como cercano, pronto a ser una realidad. Así andaban las cosas por el mes de diciembre cuando observábamos a Arnoldo y a Eduardo, junto a sus esposas, paseándose en lugares públicos con el claro objetivo de que les viesen juntos. No fuimos pocos los que consideramos que ya había una piedra en el zapato de Ortega y que éste comenzaba a renquear frente a ese primer paso hacia el destino final; El rescate de la democracia.

Alegrón de burro. Hoy aquellas manos agarradas se volvieron otra vez puños de choque porque varios factores, todos manejados por el orteguismo, entraron a malear las cosas para perfilarnos otra vez en los caminos más escabrosos hacia una esperanza visiblemente torpedeada por cañonazos, desestimulada por resentimientos, golpeada por envidias y finalmente lacerada por el oportunismo de aquellos que diciendo representar a la sociedad civil tratan de imponer normas y reglas a los partidos políticos que finalmente fueron a elecciones para representar a una sociedad que hoy luce contrariada porque trata de entender lo que pasa en esa Torre de Babel que es Nicaragua y donde todos hablamos diferentes idiomas.

Que bárbaros y que egoístas que somos. Primero le echamos la culpa al partido gobernante por las cosas que nos pasan cuando los verdaderos culpables somos nosotros los llamados demócratas. El FSLN desde su posición hace lo correcto. La misión de ellos es debilitarnos y reducirnos hasta la máxima expresión y para hacerlo no necesitan mover un dedo porque nosotros le hacemos el trabajo.

Yo quiero manifestarme profundamente indignado por lo que está sucediendo e invitar a la sinceridad al corazón de cada uno de los quijotes que aun quedamos para dejar esas reservas que aun tenemos, en consideración a algunos actores que dicen pueden decidir en el ámbito de esa posible unidad, para señalar las rocas que yo veo en el camino y que desde mi punto de vista son más obstáculos éticos que políticos en ésta fauna inmisericorde sin pena, ni moral.

Con mucha razón muy generosamente se dice que aquí la oposición es una caricatura y francamente nos quedamos cortos. En vez de atacar al Orteguismo hay quienes en la Asamblea Nacional prefirieron hacerse mercenarios, como Ana Julia Balladares y Carlos Olivas, que hoy le suman dos votos adicionales a la bancada roja y negra. Cada vez que hay que introducir una ley para poner contra la pared a la dictadura y ésta debe ser tratada en la Junta Directiva el Parlamento Alejandro Ruiz del ALN, desaparece. Se forman comisiones para tratar asuntos tan delicados como la elección de los 25 altos cargos de estado y se nombra como presidente a Ramiro Silva, tremenda perla al servicio del orteguismo, tremenda rata cuidando un queso que pretende ser engullido por el FSLN. En la Costa Atlántica, si acaso el hay elecciones, el ALN decidió que sus primeros miembros los ocuparan los rojo y negros y solo para hacerle daño al PLC.

Dígase lo que se diga del PLC y de sus líderes es el único partido junto a sus representantes que manejan un discurso público de confrontación a la dictadura y es el único que llama a las cosas por su nombre diciendo vino a lo que es vino y pan a lo que es pan. Sin embargo los que en realidad comen en el mismo plato de los opresores en el poder viven encima del PLC acusándolo de pactos que se originan en la letra de la ley y quienes lo señalan, gente como Enrique Quiñónez, son los mismos que hoy hablan de arreglarse con el frente, de pactar con el orteguismo, para arrancarle alguna cuota de poder sí, pero más que eso para hacerle daño a los liberales constitucionalistas y solo porque los resentidos y los incapaces han pasado ocho años tratando de minar el liderazgo del PLC y como ahora ven que está repuntando vuelven a la carga pretendiendo asaltar las cuotas que legítimamente son nuestras.

¿Daña esto la unidad? Quien diga que no miente y el primero en sopesarlo debería ser Eduardo Montealegre, que aunque lo ha intentado el susurro de quienes forman su círculo de hierro, ha podido más a la hora de decidirse por el camino de la unidad. El PLC no ha dicho hasta ahora estar cerrado a las propuestas pero cuando Eduardo calla y da largas a los venenosos propósitos de entregarse incondicionalmente al adversario porque el fin es golpearnos entonces el pragmatismo obliga a otras consideraciones porque de todas formas hagamos lo que hagamos los aventureros de la politiquería siempre nos van a estar señalando por apegarnos a los mecanismos de ley, que de todas formas en la totalidad o la parcialidad, nos lleva a pactar, negociar, o como se llame.

Por conmiseración al nicaragüense que cada día se empobrece más esperando que una tenue luz al final del túnel se haga ver para mantener viva las esperanzas, deberíamos de dejar de hacer y decir cosas, y actuar coherentemente, con racionalidad y pragmatismo porque el enemigo no somos nosotros. Desechemos lo que tengamos que desechar en términos de obstáculos y pensemos seriamente en Nicaragua. Por cada reto que tenemos que afrontar unidos, aunque numéricamente podamos ser mayoría y con ella accionar y lograr nuestros propósitos, siempre tiene que surgir algo y entonces todo se vuelve un trauma y nos lanzamos unos contra otros y el orteguismo desde palco tirándose una carcajada.

Pero no solo somos hazme reír en Nicaragua, sino que afuera los países que nos pudieran ayudar están hartos. Ya no aguantan nuestros bochinches. Desde la A hasta la Z somos insoportables. Cuando estamos próximos a las coincidencias, que siempre son más que las diferencias, siempre aparece alguien que jamás fue invitado y hace las del pato y entonces los medios de comunicación, que buena cuota de responsabilidad tienen en como estamos, se hacen más eco del advenedizo que de los avances que pudieron resultar de cualquier reunión.

Ahora mismo la llamada sociedad civil que se adueño de la gran marcha realizada en Noviembre pasado, aunque ésta fuera nutrida fundamentalmente por el PLC, con el ánimo del figureo de Violeta Granera, está montando un denominado encuentro no para fortalecer la lucha contra la dictadura, sino para desconocer los acuerdos de Metrocentro I, II y III y proponer ellos nombres que estén en la lista de los altos 25 cargos a ser designados por la Asamblea Nacional introduciéndose así a lo que llaman el maldito destace de la Res-Pública.

Personalismos repleto de hipocresía y máscara para ocultar nuestra incapacidad, son entre otros los factores que nos vuelven vulnerables. Aquellos que están enchufados a esa corriente güegüensista de mofa en la seriedad, de la guatusa en las conversaciones y de las puñaladas en la venganza son identificables y los nicaragüenses sabemos quienes son, donde han andado, donde se encuentran ahora y porque hacen las de la mosca, joder, joder y joder atropellando en su jodienda a gentes que no tenemos porque sentir la descarga de sus frustraciones políticas.

¿Por Dios que nos pasa? Nos estamos volviendo en la misma especie de los que tanto criticamos con la única diferencia que ellos nos dan a nosotros y nosotros nos damos a nosotros mismos. Es decir albarda sobre aparejo. Los nicaragüenses inspirados por la libertad no queremos ser esclavos. Ni esclavos del orteguismo en el poder, ni esclavos de nuestra llamada oposición que por culpa de sus delirios nos encadenan a todos al pasado.

Hay quienes hablan hipócritamente de hacer de la unidad un matrimonio pero quienes lo plantean no te ofrecen casa porque no son partidos y porque no tienen una casilla sólida que tenga historia. Te sugieren una relación de respeto y hasta el más insignificante de los suyos quiere insultarte e imponerte sus caprichos. Te hablan de igualdad en los derechos y en los deberes y al final el peso de las finanzas y la economía recae en aquel al que le vieron cara de tonto en las elecciones municipales del 2008.

Desgraciadamente no veo por ahora tan cercana la unidad como se apreciaba en diciembre del año pasado. Por el contrario muchas cosas se están diciendo y se están haciendo. Cuidado por pecar de buenos nos quedamos como la novia de Tola, sin Beatriz y sin retrato. Si antes hubo disposición de compartir por la unidad y ahora hay quienes dicen en su voraz locura estar dispuestos a “concedernos algo” pues entonces hágase lo que se tenga que hacer porque de todas formas, sea cual sea el camino que se tome, los malos siempre terminaremos siendo nosotros los demócratas que en el choque irreconciliable entre la libertad y la opresión sabemos quienes son los dictadores, quienes los traidores, quienes los oportunistas y quienes los bufones.

POR NICARAGUA CUESTE LO QUE CUESTE ASI PENSAMOS EN EL MOMENTO

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