viernes, enero 29, 2010

UNA MUJER FRÍA...


* El ex marido de betancourt da en parís detalles de su “gélido” reencuentro con quien había compartido 13 años de “buen matrimonio”, según él, hasta el día de su secuestro, el 23 de febrero de 2002

“La gran discusión que teníamos Íngrid y yo era cuando me cortaba el pelo sin avisarle”,
dice Juan Carlos Lecompte.

PARÍS/AFP

Juan Carlos Lecompte, en proceso de divorcio de Ingrid Betancourt, presentó ayer en París su libro Ingrid y yo , que empieza el día en que la ex rehén de las FARC fue liberada en un operativo militar “demasiado hollywoodense para ser verdad” y lo saludó fríamente.

“Para ser sincero fue una operación de inteligencia militar muy buena. Para mí fue pagado. No fue que el Gobierno colombiano infiltró a las FARC, un grupo estalinista (...) muy difícil de infiltrar”, afirmó Lecompte en rueda de prensa para presentar el libro, publicado en francés por la editorial Alphée.

En su libro, Lecompte afirma que la Operación Jaque “es demasiado simplista y hollywoodense para ser verdad”.

“De todas maneras fue una operación muy inteligente: liberar a 15 secuestrados sin disparar, sin matar a nadie, es un éxito grandioso”, sostuvo con un dejo de ironía, antes de abordar el lado íntimo de su libro, cuya foto de portada es la del reencuentro fallido con su esposa Ingrid Betancourt.

Las imágenes de aquel 2 de julio de 2008 en el aeropuerto de Bogotá, cuando Ingrid Betancourt bajaba de un avión del ejército vestida con ropa militar y peinada con dos trenzas a modo de corona, dieron la vuelta al mundo.

Con ellas, el abrazo en el que se fundió con su madre, Yolanda Pulecio, y el saludo distante a Lecompte, con quien había compartido 13 años de “buen matrimonio”, según él, hasta el día de su secuestro, el 23 de febrero de 2002.

“Yo sabía que ella podía morir en la selva (...), pero aposté por la pequeña posibilidad de volver a estar juntos”, explicó Lecompte antes de referirse al “gélido” y “difícil recibimiento”.

“Me recibió como si me hubiera visto por la mañana y me dijo: ‘Hola, Juan, ¿cómo estás?’”, rememoró Lecompte, asegurando que él se había “imaginado un gran abrazo de tres o cuatro minutos”.

Lecompte, no obstante, intentó conversar con ella en los días posteriores.

Sin embargo, sólo pudo hacerlo al día siguiente y durante treinta minutos, cuando Betancourt le pidió “tiempo y espacio”, al mismo tiempo que le comunicaba que se iba con sus hijos a París.

“Yo quería un encuentro de tres o cuatro horas para saber qué pasó, cómo sucedió. Me decía que me esperara, pero nunca pude hablar con ella dos horas en persona”, comentó Lecompte, quien dijo que a día de hoy ya no hay ninguna relación entre ambos, y mucho menos amor tras haber “pasado página”.

¿POR QUÉ VENTILAR PÚBLICAMENTE UNA DECEPCIÓN PERSONAL?

“El libro lo escribí para hacerme bien a mí, no para hacerle mal a nadie” y porque “es la versión de los que nos quedamos luchando por los secuestrados”, respondió interrogado sobre si intenta mostrar otra faceta de Betancourt...INTERESANTÍSIMO,CONTINÚA LEYENDO.

No hay comentarios.: