domingo, enero 24, 2010

LA CORTADORA DE PEPINOS

Era un hombre que trabajaba en una fábrica de enlatados.

Un día le confesó a su mujer que estaba poseído por una terrible obsesión: Un impulso incontrolable de colocar su pene en la cortadora de pepinos.

Espantada, la esposa le sugirió que consultara con un psicólogo.

El marido prometió que lo pensaría, pero continuó repitiéndole y repitiéndole a la esposa el mismo cuento, hasta que ella, aburrida, un día le dijo:

- Pues mételo en la cortadora de pepinos y no me jodas más, ¡¡¡el pene es tuyo por lo tanto es tu problema!!!

Al día siguiente, el marido llegó a casa cabizbajo profundamente abatido:

- ¿Qué pasó, querido? le preguntó la mujer, preparándose para lo peor.

- ¿Te acuerdas de mi obsesión de meter el pene en la cortadora de pepinos?

- ¡Oh, no! - gritó la mujer - ¡dime que no hiciste eso!

- ¡Sí, lo hice!

- ¿Oh Dios, y qué pasó?
- ¡Me despidieron...! -respondió el marido.

- ¿Queeee!!! ... ¿y la cortadora de pepinos! ¿qué te hizo?, ¿te lastimó?

¡Noooo a ella también la despidieron!

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