Los nicaragüenses celebran hoy una Gritería más. La tradición data de 1857.
Desde que llegamos mi esposo y yo a México, hemos sido invitados a la celebración de la Purísima Concepción de Maria en casa de la familia de Don David Alvarez Eger, su estimabilisima Señora Alicia de Alvarez y su hijo David.
Esta celebración se lleva a cabo con mucho fervor, mucha fe y asisten cantidad de personas que ni siquiera conocen Nicaragua, pero que les llama la atención el servicio religioso que comienza con una misa. Se reza la novena, se canta a la Virgen y es una maravilla el altar que David y Alicia se esmeran año con año en hacer para que la pequeña virgencita luzca más linda y aún cuando hace muchísimo frío, tod@s los que hemos asistido lo disimulamos abrigándonos bien.
Se convive con amigos y luego hay un brindis y una cena suculenta con comida y dulces nicaragüenses.
Pinceladas Centroamericanas y su Administradora felicitan cordialmente a la familia Alvarez, lamentando esta última no poder asistir por haber sufrido un pequeño accidente el 14 de noviembre pero acompañándoles en sus rezos y sus cánticos.
Gracias amigos por acordarse siempre de invitarme a este magno evento.
¿Quien causa tanta alegría?
Julia Ríos
AFP
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Miles de nicaragüenses se volcaron este viernes a las calles para celebrar La Gritería, en homenaje a la Virgen Concepción de María, en el que imperan los cantos y la alegría de compartir dulces, comidas y bebidas tradicionales. A las seis en punto de la tarde y en medio del repique de campanas, quema de abundante pólvora y con el grito de ¿Quién causa tanta alegría?, el arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes, dio por comenzada la festividad, que culmina hacia la medianoche, mientras una multitud de personas de todas las edades, principalmente niños, se lanzaron a las calles para ir en cada casa donde se hacen altares en honor a La Purísima.
En cada parada cantan mientras sus anfitriones entregan obsequios de golosinas, frutas, juguetes, utensilios de cocina, ropa o productos de la canasta básica, de acuerdo a su capacidad económica y que es conocido como "brindis" o "la gorra", según la región.
Los dueños de los altares son devotos de la virgen, a la que atribuyen milagros recibidos y de esa forma pagan sus promesas; para ello ahorran todo el año para comprar los obsequios. Los altares son elaborados con motivos artísticos y elementos de la naturaleza, lo que se ha convertido en un atractivo de turismo.
La celebración religiosa, llega a su máxima expresión con la noche de La Gritería, inicia el 28 de noviembre con el novenario a la Virgen y cantos que los dueños de altares hacen en privado o invitan a sus vecinos para los rezos.
El fervor religioso a la Virgen María es motivo de reunión familiar y muchos nicaragüenses que residen en el exterior regresan para ser parte de esta tradición.
Este año el gobierno promovió la celebración de la Purísima en las instituciones del Estado, y por disposición presidencial abrieron sus puertas para que vecinos de los barrios aledaños participen en la misma.
La Presidencia de la República instaló un inmenso altar de la virgen en la Plaza de la Revolución, en las ruinas de la catedral metropolitana, afectada por un terremoto en 1972.
La celebración contará con un plan de seguridad que involucrará a 10,000 agentes de la Policía que se desplazarán por todo el país a fin de resguardar a las personas y sus bienes, informó la directora de esa entidad, comisionada Aminta Granera.
Los organismos de socorro como Cruz Roja y bomberos también se movilizarán en un plan preventivo.
Los nicaragüenses disfrutarán mañana 8 de diciembre, de un feriado nacional, al celebrarse el Día de la Inmaculada Concepción de María, cuando se celebran centenares de "Purísimas" de carácter privado.
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