José Meléndez
El Universal
Lunes 17 de diciembre de 2007
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, enfrentaba ayer la gestión de una diputada opositora que quiere declararlo demente por sus recientes actuaciones políticas, y mantenía un fuerte choque con el gobierno colombiano por calificar de “querido hermano” al comandante guerrillero Manuel Marulanda, alias Tirofijo, jefe de las FARC
SAN JOSÉ.— El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, enfrentaba ayer la gestión de una diputada opositora que quiere declararlo demente por sus recientes actuaciones políticas, y mantenía un fuerte choque con el gobierno colombiano por calificar de “querido hermano” al comandante guerrillero Manuel Marulanda, alias Tirofijo, jefe de las FARC.
El gobierno colombiano, que considera que Marulanda y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) son terroristas, notificó a Managua en una protesta diplomática que Bogotá “está obligado a repudiar frases de hermanamiento con terroristas, más cuando éstas provienen del jefe de Estado de una nación democrática”.
El ministro del Interior y Justicia de Colombia, Carlos Holguín, afirmó ayer que la actitud de Ortega de tratar de “hermano” a Marulanda, es “descarada y desconsiderada. Se trata de una persona que tiene unos conceptos muy equivocados acerca de lo que nos corresponde como latinoamericanos de seguir luchando para que el terrorismo sea erradicado”, declaró.
En una réplica verbal, Daniel Ortega expresó: “Le pido al gobierno de Colombia que entienda que no se trata de ninguna injerencia, de nuestra parte. Simplemente nos estamos sumando al clamor del pueblo colombiano”.
Ortega había dicho hace varios días que le solicitaba al “querido hermano” Marulanda, en nombre de los “revolucionarios latinoamericanos”, que libere a la ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt, quien permanece secuestrada por las FARC, desde 2001.
Mientras tanto, la diputada opositora Mónica Baltodano, del Movimiento Renovador Sandinista (una escisión del FSLN), anunció que promoverá una gestión legislativa para decretar la “incapacidad total permanente” de Ortega. Baltodano cuestionó recientes discursos en que el mandatario catalogó de “perros rabiosos” y “locos” a los opositores.
“Alguien que está conduciendo al país a este nivel de confrontación y muestra constantemente que disocia de la realidad, no puede ser más que loco y locura es causal de declaración de incapacidad para gobernar”, alegó la legisladora.
Explicó que su iniciativa se basa en la Constitución y que para declarar la incapacidad total o temporal se necesita de una mayoría calificada de 56 diputados. La oposición tiene 52 votos y el FSLN, aunque dispone de 38 y es la fracción más numerosa, no cuenta con la mayoría
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