sábado, diciembre 01, 2007

REFERENDO CRUCIAL EN VENEZUELA

EDITORIAL DIARIO LA PRENSA NIC. 011207
VENEZUELA
Mañana se llevará a cabo en Venezuela el referendo para aceptar o rechazar las reformas constitucionales propuestas por Hugo Chávez, mediante las cuales pretende perpetuarse en el poder y establecer un Estado totalitario. Esta votación es crucial para el futuro político y económico de los venezolanos. Tan es así que Stalin González, presidente de la Federación de Centros Universitarios que encabeza el movimiento estudiantil opuesto a las reformas constitucionales totalitarias, aseguró en una entrevista que publicó el diario La Nación, de Buenos Aires, que: “Esta es la última batalla para el Gobierno. Si pierde, es el final porque el Gobierno ha querido convertir esto en un plebiscito. Por eso, si gana el ‘no’, pierde Chávez, no su propuesta”.

Cabe aclarar que Stalin González no es una persona de derecha sino de izquierda y que los estudiantes venezolanos se han convertido en la fuerza avanzada de la oposición venezolana, aun al precio de sus propias vidas. Un corresponsal del New York Times reportó que los dirigentes del movimiento estudiantil duermen en lugares distintos cada noche, cambian de número de celular y evitan contacto con sus familiares porque el régimen chavista los persigue y amenaza. El propósito de Chávez es descabezar la oposición a las reformas que terminarían con lo que queda de democracia en ese país, la cual está siendo sustituida por el llamado Socialismo del Siglo XXI, que en realidad es un disfraz del nuevo autoritarismo latinoamericano sostenido sobre la base de prebendas demagógicas, corrupción e intimidación.

Chávez acusó a los universitarios de ser “parte de una ofensiva fascista alentada por Washington y la oligarquía venezolana”. Les llama “hijitos de papá”, dando a entender que son ricos defendiendo los intereses del gran capital. Pero el mandatario venezolano miente, como en muchas otras cosas, porque los dirigentes estudiantiles son muchachos de todos los estratos sociales. Stalin González es la prueba más contundente de su mentira. Vive en La Calendaria, un barrio de clase media baja. Es hijo de un dirigente obrero comunista y miembro del partido marxista-leninista Bandera Roja hasta el año pasado. El Presidente venezolano también dice que la intención de los estudiantes “azuzados por el imperialismo” es darle un golpe de Estado; que quieren matarlo para detener la revolución bolivariana. Pero estas afirmaciones son también ridículas y falsas. Los mismos estudiantes le han salido al paso al declarar que su intención no es derrocar al Gobierno, sino defender la democracia y la institucionalidad.

Lo cierto es que Hugo Chávez no pudo ni podrá detener el ímpetu de los estudiantes con amenazas, ni con falsas acusaciones, ni siquiera con balas. En días pasados, miembros de las paramilitares “milicias urbanas chavistas” atacaron a balazos a un grupo de universitarios que regresaban de una manifestación. Sabiendo que las encuestas le adversan —pues el último sondeo indicó que 5 de cada 6 personas dirán ‘no’, mañana, al proyecto de reformas constitucionales— Chávez intensificó su campaña de agresión e intimidación para que mucha gente se desanime y no vaya a votar. Para Chávez, la mayor abstención y el fraude son su única esperanza de ganar o arrebatar el referendo.

Sin embargo, la mayoría de los venezolanos parece estar decidida a rechazar las reformas chavistas porque, como dice Stalin González: “La reforma no plantea nada sobre los problemas reales de los venezolanos. Sólo apunta a que el Gobierno se quede más tiempo y con más poder”. Chávez alega que su reforma “dará más poder al pueblo” y reforzará el proyecto revolucionario de instaurar su sistema socialista. Pero la verdad es que en el artículo 230 se dice que el Presidente de la República podrá ser reelegido de inmediato para un nuevo período, que podrá dictar decretos con fuerza de ley y disolver la Asamblea Nacional.

Además, la reforma constitucional chavista pretende legalizar la intromisión del Estado hasta en la vida conyugal de los venezolanos, quitar a los padres y madres la patria potestad de los niños y compartir la de los jóvenes hasta los 21 años, controlar las comunicaciones personales, abolir en gran parte la propiedad privada y otras monstruosidades por el estilo.

Hay que poner mucha atención a la situación de Venezuela, porque Daniel Ortega va, o pretende ir, precisamente tras los pasos de Hugo Chávez.

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